Podría parecer un hecho sacado de la ciencia ficción, pero la realidad es que en la actualidad esta nos ha alcanzado en más de una ocasión y este hecho de los Drones polinizadores no es la excepción.
Los increíbles avances tecnológicos nos han permitido progresar en áreas de vital importancia como la medicina y la investigación en distintas ciencias, un gran ejemplo actual es en la astronomía, en la cual recientemente logramos observar la imagen más profunda y nítida del universo que jamás se haya tomado (entre otras insólitas capturas), cortesía del telescopio más potente y sofisticado, el James Webb.
Asimismo, la tecnología nos provee de una serie de comodidades que probablemente antes solo creíamos que eran posibles en las películas futuristas. De esta manera, esto nos ha permitido a lo largo de la humanidad responder ante distintos tipos de demandas y, en esta ocasión, ciertos vehículos aéreos no tripulados (VANTs), mejor conocidos como drones, están siendo ocupados ante una muy triste realidad:la reducción de las poblaciones de abejas y abejorros cuya supervivencia está viéndose seriamente comprometida.
Es indispensable aclarar que esto surge como una alternativa momentánea en ciertos lugares del mundo en los cuales la polinización de estos insectos era indispensable para la producción de alimentos, y, además, no existe la suficiente mano de obra que permita realizar esta labor. Datos de la UNAM estiman que alrededor de la tercera parte de la producción de ciertas frutas, hortalizas y frutos secos dependen de la polinización de estos insectos.
En este sentido, reconocemos que la solución de raíz es implementar acciones a nivel mundial para la conservación y recuperación de estos organismos, ya que su extinción no solo generaría una problemática importante en la capacidad de producir alimentos, sino que traerá consigo impactos ecológicos y económicos muy grandes. Sin embargo, mientras esto no se resuelve, la tecnología provee de una alternativa efectiva: drones para polinizar.
Un gran ejemplo de esto lo tenemos en China, en donde la escasez de abejas y abejorros obligó a algunas regiones a polinizar árboles frutales a mano, esto tiene un costo enorme, pues se requieren de un gran número de personas para polinizar artificialmente los miles de árboles que hay en esas áreas.
De esta manera, se han desarrollado distintos tipos de drones para salvaguardar esta problemática, existe, por ejemplo, una abeja robótica que consiste en un dron miniatura con capacidad de localizar flores, colectar su polen y transferirlo muy cuidadosamente a la otra flor para fertilizarla.
En este sentido, Japón también ha desarrollado su tecnología de polinización artificial que consiste en pequeños drones que cargan un gel adhesivo en el cual el polen se pega, al parecer esto no perjudica las propiedades de este compuesto, el cual después se transfiere a otra flor. Se describe que este dron logró polinizar, pero también daño las flores.
Ante esto surgió otra alternativa: burbujas cargadas de polen para llevar suavemente este componente a otras flores. Asimismo, Corea del Sur está planteando una solución al utilizar drones que rocían los manzanos con una sustancia que facilita la polinización, indicando que los drones polinizan uniformemente y pueden tener aún más éxito si se utilizan agentes de atracción de abejas. Estos solo son algunos ejemplos de las distintas tecnologías desarrolladas.
Por último, como se mencionó anteriormente, reconocemos que esta es una alternativa y solución momentánea, ya que la problemática central en la cual se debe enfocar es en la preservación de estos polinizadores. Actualmente el daño aún puede ser reversible, el mayor problema lo enfrentaremos si permitimos que esta situación siga hasta el punto de que queden muy pocos ejemplares.
De esta manera, se necesitan acciones de conservación bien dirigidas hacía los factores que están causando la extinción, como el uso desmedido de pesticidas tóxicos.
Con información de: ensedeciencia.com
