diciembre 14, 2024
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julio 25, 2022 | 437 vistas

Francisco Ramos Aguirre.-

Las generaciones anteriores a la década de los ochenta del siglo pasado, crecimos arropados en el entretenimiento de la radio y televisión. A través de las ondas sonoras fuimos testigos del surgimiento de los grandes ídolos musicales; gracias al radio periodismo supimos del asesinato del presidente John F. Kennedy; sufrimos las derrotas o triunfos de José Becerra y el Ratón Macías; vivimos en mundo infantil de Crí-Crí y nos conmovió el llanto de las progenitoras al escuchar la novela Corona de Lágrimas.

El tiempo le dio la razón el pensador José Vasconcelos, cuando mencionaba que tarde o temprano la radio se convertiría en una “…gran biblioteca hablada.”   

Después de la inauguración de la XEW en 1930, empezaron a instalarse radiodifusoras en las principales ciudades del país. Bajo estas circunstancias nació en la Capital tamaulipeca la XEBJ La Voz de Victoria o La Popular 1380 fundada el tres de septiembre de 1939. Durante varias décadas se convirtió en una de las más importantes emisoras de onda larga en el noreste mexicano. La creación de este novedoso centro cultural sonoro, fue determinante para detonar el comercio, promover artistas locales y generar propaganda y anuncios de numerosas empresas.

Esta hazaña de radio comunicación correspondió al joven ingeniero Fernando Elizalde Ramos originario de la capital del país; hijo de don Bernabé,  propietario de la célebre Peluquería Palacio, establecida años atrás en la calle Hidalgo gracias al general César López de Lara, quien lo invitó a esta ciudad.

Dentro de su trayectoria profesional, Fernando laboró una temporada en la XEW, donde descubrió su vocación y aptitudes relacionadas con Radio-Difusión, Radio Receptor y Técnica en el Sonido de Amplificación.

En ese tiempo, Nicolás F. Salazar escribió en El Gallito un interesante artículo, donde menciona su apertura, lo cual causó enorme furor entre los habitantes porque en esos momentos igual que la prensa escrita, la radio era el principal y más moderno medio de comunicación electrónico del país.

En este contexto, los enormes aparatos emisores representaron un elemento imprescindible en todos los hogares, espacios públicos, privados, talleres, oficinas y escuelas, porque era la voz “…más rápida aun que el teléfono y que el cable, que es difusión de ideas y que como base de expansión ofrece más comodidades que el Teatro; que va a todos los seres humanos, ancianos, jóvenes y rapaces, ricos y pobres, próceres, obreros y campesinos…”

En medio de grandes expectativas, la primera transmisión con potencia de 970 watts y posteriormente 1000 watts, se realizó desde la explanada del edificio de la Escuela Secundaria, Normal y Preparatoria, donde el gobernador Marte R. Gómez dirigió un alentador mensaje.

En la parte artística intervinieron la Orquesta de Rudy Varela, Conjunto de Victorino Hernández y dueto de Benjamín Peña y Nicolás Miranda, protagonistas de la cultura musical en la localidad.

Durante algunos años, las oficinas y cabina de transmisión operaron en una casa particular -Matamoros 9 y 10-. Posteriormente se construyó un edificio y teatro estudio a una cuadra al poniente, -actual Radio Universidad.- Al cuerpo de locutores se incorporaron voces de enorme presencia en la vida cotidiana local, por ejemplo Basilio Mansur Areiro, Arturo Becerra, José Cáceres, David y Pedro Alfonso Núñez Villasana, Rogelio Terán Medina,  Manuel Muñoz, Miguel Rodríguez Charles, Pedro Ranchero Aguilar y otros pioneros de la radio en la Capital tamaulipeca. En cuanto al cuerpo administrativo destacan Olga Castro, Josefina Avendaño y José R. Puente -departamento de ventas-.

LOS CUARENTA / ÉPOCA DE ORO DE LA RADIO

Al poco tiempo, surgieron proyectos de otra radiodifusora, considerando que Victoria tenía alrededor de 40 mil habitantes. En 1944 el periódico Atalaya anunció la creación de una nueva emisora local.

Dicha información corresponde a Emilio Delgado, administrador del Teatro Juárez, quien al mismo tiempo era propietario de la estación XECZ de San Luis Potosí; pero definitivamente la idea fracasó.

Durante la Segunda Guerra Mundial disminuyó la adquisición de tecnología avanzada, debido a problemas de importación con Alemania, Inglaterra y Estados Unidos.

En cambio, el 12 de octubre de 1946 al cumplirse el séptimo aniversario de la XEBJ, don Fernando Elizalde instaló una nueva planta y moderno equipo transmisor, compresor limitador y radiador vertical para ampliar la señal a varias entidades del noreste mexicano.

En la asesoría técnica intervino Clemente Serna Martínez, presidente de Radio Programas de México S.A. Elizalde adquirió un terreno en el kilómetro 711 de la Carretera Nacional, donde construyeron una torre-antena mástil de setenta metros de altura y un radiador vertical, realizándose las primeras pruebas en el Campo Turístico de Ernesto Martínez Gómez.

En medio de todo esto la radiodifusora transmitió numerosas actividades a control remoto. Una de ellas en diciembre de 1945, con motivo de la Gran Conferencia Para Hombres de Negocios de la República en el Salón de la Alianza, sustentada por el economista Isaac Guzmán Valdivia, promovida por la Cámara Nacional de Comercio, Unión de Comerciantes e Industriales de Victoria y Centro Patronal.

En esa época, algunos caballeros victorenses mandaban confeccionar su ropa en Sastrería Velarde del 10 Morelos. Para mitigar su sed, tomaban refrescos Kist sabor orange, sidral y uva, embotellados por la La Pureza. En tanto, Ernesto Vogel era propietario de la Sombrerería XXX.

En marzo de 1946 El Heraldo anunció que dichos trabajos de remodelación, eran con el propósito de mayor cobertura: “…quedando catalogada como de primer orden. Los programas serán mejorados con la adquisición de una discoteca amplísima que va al día con las casas grabadoras de música popular; también se cuenta con otra Discoteca con música de Cámara de Ópera, Sinfónica y Vocal.

Además la XEBJ es filial de la NBC y se encadena diariamente con la XEW de la Ciudad de México formando parte de la Cadena Azul, transmitiendo los eventos deportivos y taurinos desde cualquier parte de la República.”

En febrero del mismo año, anunciaron la instalación de otra radiodifusora, según Ramón Cortés González, Jefe de Comunicaciones:  “…para que nuestra ciudad cuente con una poderosa estación que transmita a todo el estado, toda clase de programas culturales y lleve en sí el palpitar de la Capital tamaulipeca.”

Por esos días, visitó Victoria la espectacular e inigualable psicóloga Virginia de la Oz, ofreciendo consultas el presente, pasado y futuro. “Nos dará orientaciones en el juego de la Lotería. Con sus consejos disipará nuestras penas y usted volverá a ser feliz.” La adivina, consejera y futuróloga se instaló en la calle 23, cerca de la Plaza Independencia y el congal de María La Barca.

PEDRO INFANTE EN VICTORIA

De acuerdo a una nota periodística sobre el fallecimiento de Pedro Infante, la primera ocasión que vino a Victoria el cantante sinaloense y se presentó en la XEBJ, sucedió en 1940. En abril de  1957 al conocerse su trágica muerte, la BJ sacó al aire “Menú Cinematográfico…un programa discreto transmitido con sentimiento y naturalidad, que el público escuchó complacido….Ahí se recordó la brillantísima actuación de Pedro Infante que tuvo en XEBJ allá por el año de 1940 cuando la emisora de los victorenses transmitía desde el Campo Turista Victoria…¡Cómo no va a sentir la XEBJ su repentina desaparición!”

En la misma emisora se retransmitieron programas y telenovelas nacionales, sumamente populares en esa época. Por ejemplo, la serie cubana La Tremenda Corte -José Candelario Tres Patines y Luz María Nananina-, El Doctor IQ; Chicle Totito “Súper Balón”, Doctora Corazón, Musical Picot, En Algún Lugar del Foro Está Escondido El Tesoro y los dramas amorosos  Corona de Lágrimas y Una Flor en el Pantano que hicieron sufrir a los radioescuchas.

Igual fueron famosos los maratones de beneficencia para la Cruz Roja y la Iglesia del Sagrado Corazón.

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