Jaime Jiménez / Hora Cero.-
Reynosa, Tam.-Su lugar de origen, el tiempo de espera en el país, su “sueño americano” está siendo reflejando en un mural por parte de un grupo de migrantes.
Ellos pernoctan en el albergue Senda de Vida II y han expresado sus vivencias durante su largo recorrido que realizaron para llegar a esta frontera, pintando un mural en las paredes del inmueble.
En la entrada se puede leer lo siguiente: “Senda de Vida II”, acompañada con unos nopales que significan fortaleza y una gama de colores simétricos que para los migrantes tienen el significado de que, cada persona tiene un pensamiento diferente.
Asimismo, se puede observar un paisaje con árboles y cuatro aves, como son la guacamaya roja de Honduras, quetzal de Guatemala, Torogoz de El Salvador y Trogón de la Española o “Kalson Wouj” de Haití.
“El mural representa a todos los que estamos acá, tiene pájaros nacionales de cada país, Guatemala, El Salvador, Haití y Honduras. Las mariposas monarcas, que también son inmigrantes, las que viajan en este tiempo y el follaje de los árboles son las manos de todos los niños iguales en la parte de abajo, está representado a todos los que están acá”, dijo Rómulo, un muralista salvadoreño.
MÁS DE UNA DÉCADA CON LA PINTURA
Rómulo Díaz, de 33 años, es originario de El Salvador y llegó a esta frontera acompañado de su esposa y sus dos hijos, con la firme intención de buscar una mejor calidad de vida en los Estados Unidos.
Narró que en su país era muralista, tatuador y rotulista, pero este oficio en su país no es valorado.
“Es bastante difícil allá en mi país, casi toda mi vida he trabajado con la pintura desde los 12 años de edad”, explicó.
Él como otros de sus amigos se encuentra a la espera de que autoridades de Estados Unidos agilicen la apertura de los trámites de asilo político.
Su mayor sueño es que cuando muera sea reconocido principalmente en su país, por sus obras pintorescas y todo lo bueno que ha realizado en favor de los demás.
Por lo que al recibir la propuesta para que las paredes del albergue las podían utilizar para plasmar una pintura, tomó la decisión de darle vida y tener un paisaje diferente al interior del albergue.
MIGRANTES SE UNEN PARA PINTAR
En la entrada del refugio se encuentran desde hondureños, salvadoreños, haitianos y la familia de Rómulo quienes pintan parte del mural.
“Como todo era gris adentro decidimos darle colores para salir de la realidad que todos tenemos, tenemos pintado con tono diferente para imaginarnos un mundo diferente y así pasamos el día más distraído pensando en otra cosa”, dijo el muralista.
El mural también es aprovechado por las personas que llegan a dar sus donaciones, ya que no falta la fotografía para guardarla en sus recuerdos.