Por Patricia Azuara.-
A sus 27 años, Daniel Rodríguez, ya cosechó varios éxitos dentro del complicado mundo de los tatuajes. Premios internacionales, convenciones, cursos y un sinfín de anécdotas cuelgan de la pared de su estudio; y de entre sus recuerdos.
Arquitecto de profesión y tatuador por convicción, “El Basik”, como lo apodaron cuando se dedicaba al graffiti, platicó con esta reportera, mientras le rayaba en diminuto los personajes de Alicia en el País de las Maravillas en el pecho.
Y al empezar los cuestionamientos, dijo, “Me hiciste acordarme de todo cuánto he hecho y he pasado. Y se siente bien bonito ver que ahí vamos, estamos logrando el sueño, nos falta mucho, pero siempre confié en mis capacidades y aquí estoy, haciendo lo que más amo”.
Mientras continuaba con el trabajo de esta comunicadora, echó el tiempo atrás y sonrió. Su primer tatuaje lo hizo a los 19 años con una máquina de bobinas de origen chino, la que describió como “bien feíta”, y desde entonces, nadie lo detuvo.
¿Que sentiste la primera vez que tatuaste?
“Miedo, mucho miedo, porque no sabía cuánto iba a perforar la piel, muchos nervios, adentro de los guantes me sudaban mucho las manos”.
A ocho años de ese primer día, ya cosechó premios estatales, nacionales y recientemente ganó un tercer lugar en un concurso en Colombia, en categoría libre, con el tatuaje de una Catrina.
¿Cómo te ves en diez o 15 años más?
“Siendo el mejor de todos”, atajó.
Uno de sus mayores anhelos es ser juez en los diferentes concursos que se realizan sobre tatuajes. Y para eso se prepara a diario, en su estudio, “Reyes Ink”, ubicado en el 17 Matamoros esquina.
Con Dany, llegan clientes de todo tipo, pero hoy en día, en la era de la apertura social y la diversidad, las mujeres son las que más se tatúan, aseguró.
Entre las múltiples anécdotas que cuenta, recordó con humor cuando un caballero llegó con el firme propósito de tatuarse la caricatura de El Pinocho en su área genital, hasta hoy es lo más raro que ha rayado.
La nariz de madera la dibujó en el pene y el resto del cuerpo de El Pinocho, en la pelvis.
Y es así como ese cliente salió muy satisfecho. Igual que el chilango al que le tatuó la frase “Tacos de Suadero”, en el estómago.
Dany es amante de la pesca y el mar, aficionado del Correcaminos y apasionado del dibujo.
Casi nunca socializa porque en fiestas y reuniones siempre le preguntan sobre su trabajo, “a donde llegue es hablar de lo mismo, y aunque es mi pasión, también necesito despejarme un poco de todo esto”.
El joven tatuador también es altruista y abrió el apoyo para aquellos que padecen algún tipo de cáncer, se compromete a hacer un tatuaje gratis, para que el paciente lo rife, solo tienen que comunicarse con él, al teléfono: 834-282-50-89.