Arnulfo Mata Huerta.-
Pitbull se convierte en una máquina de jugar basquetbol porque acaba de campeonar en el Circuito de la Huasteca y ahora su más reciente logro fue la noche del pasado lunes, cuando jugó la final de la Liga Municipal llevando de rivales a los siempre aguerridos de Tony González, que vendieron cara la derrota por tablero de…¡42-41…!
Este cardiaco partido tuvo como escenario el gimnasio “Manuel Raga Navarro”, que, según nos informaron, registró una muy buena asistencia de aficionados a este popular deporte ráfaga.
Esta disciplina se juega a dar todo en la duela, jugadores piensan en ganar, pero conscientes de que todo puede suceder en unos segundos.
Fue así como se resolvió este juego final, porque Sunrise Café, que ganaba cómodamente hasta con diferencia de once puntos, esto al término del tercer cuarto, después sufrieron en serio ante los ahora campeones.
Los jugadores de “Tony” González ya saboreaban la victoria y un tanto confiados, así pensamos, salieron al último tiempo.
Fue aquí en donde los Pitbull del “profe” Enrique García empezaron a dominar el último periodo y de los once puntos que tenían en contra, se fueron reduciendo a un punto.
Gracias a los certeros tiros a la canasta por parte de Diego Rodríguez, Nahúm Flores y Carlos González, quienes acercaron el marcador a un puntito ya cuando todo el público estaba en espera del desenlace del partido.
Faltando escasos segundos para que “El Jerry” y Pancho dieran por terminado el dramático duelo, se dejó ver en la ofensiva Hansell Rocha que como Dios le dio a entender burló la barrera defensiva del Sunrise Café, se para unos segundos, lanza el balón que entra sin tocar baranda ante el delirio de los seguidores de los Pitbull y como un “duchazo” de agua helada para jugadores y gente del Sunrise Café
¡Era la canasta de la victoria…!
Nos informan que Enrique y “Tony” hicieron un trabajo de lo mejor en el aspecto técnico
Fue el dirigente de la Liga Municipal, Manuel García Chavira, quien entregó el trofeo de campeón que orgullosamente lo recibieron gustosos los Pitbull del “profe” Enrique García.
