El verano es una época muy especial del año al coincidir con la finalización del curso escolar. Una estación que normalmente nos ayuda a resetear la monotonía y empezar septiembre con las energías renovadas.
Aunque pueda no parecerlo, el verano es un momento inolvidable para la mayoría de los niños, ya que su cuerpo y su mente se desarrollan de una manera exponencial. La razón es que suelen tener más tiempo para jugar, experimentar y lo más importante: crecer.
Cabe destacar que es fundamental acompañarlos durante este proceso y en todas las diferentes etapas del desarrollo cognitivo, con el fin de originar un vínculo que nos dure para siempre. Por este motivo, en artículo descubriremos algunas claves para poder aprovechar al máximo estas fechas con tus peques y crear recuerdos inolvidables para todos.
Invierte en tiempo de calidad
Durante el curso escolar muchas veces no tenemos ni el tiempo ni la energía que se merecen nuestros pequeños. ¿Por qué no intentar pasar un ratito al día juntos sin interrupciones? El verano puede ser la época perfecta del año para disfrutar y aprender juntos.
Las manualidades caseras son un recurso muy útil y económico para esos momentos en los que no sabemos qué hacer con nuestros pequeños genios. Además, tienen grandes beneficios para su crecimiento:
• incrementan la creatividad
• mejoran la coordinación y la motricidad
• potencian la concentración
• aumentan la autoestima
• son un canal de comunicación
• ayudan a respaldar el reciclaje y el respeto por el medio ambiente
No obstante, es muy importante reunir los materiales necesarios antes de ponernos manos a la obra. En realidad, unas tijeras, unos lápices de colores, un pegamento adecuado para niños, unos folios y algunos botes o cajas para reciclar serán suficientes para la mayoría de proyectos infantiles.
Fomenta un vínculo irrompible con tus hijos
Numerosos estudios definen cómo se desarrolla el cerebro en la primera infancia. Sin duda, es un momento clave para que se establezca un vínculo afectivo sano con los progenitores. Así pues, tal y como se indica en el estudio El cerebro en desarrollo, publicado por The Open University: “El desarrollo temprano del cerebro depende de que uno tenga las experiencias adecuadas; el cerebro joven es una parte muy reactiva y “plástica” del cuerpo, con un elevado número de neuronas y conexiones entre ellas”.
Por lo tanto, no es una mala idea que durante estas vacaciones mimemos un poquito más la relación con nuestros pequeños para ayudar a su correcto desarrollo. Juega, baila, ríe y exprime el tiempo ahora que son pequeños. En cuanto nos demos cuenta, crecerán y lo echaremos de menos.
Potencia la creatividad al aire libre
Otra de las grandes ventajas del verano es que podemos llevar a cabo múltiples actividades al aire libre. Jugar en exteriores es muy enriquecedor tanto para los niños como para los adultos. En este sentido, la exposición al sol, siempre que se lleve a cabo con precaución y protección, tiene muchos beneficios para la salud. Ayuda a la generación de vitamina D, que es imprescindible para una correcta absorción del calcio de nuestros huesos y regula nuestros ciclos de vigilia y descanso. Las excursiones al aire libre son la excusa perfecta para entretener a tus pequeños, mientras realizáis actividades pedagógicas y divertidas. ¡Aún queda mucho verano para disfrutar!
Esperamos que todos estos consejos os hayan servido para consolidar el importante vínculo afectivo de vuestro hogar. León Battista Alberti, arquitecto y escritor italiano Renacentista, decía que: “El mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de su tiempo cada día”. Fortalezcamos nuestro mejor legado en la tierra.