Alfredo Guevara.-
Cd. Victoria, Tam.-
La producción agrícola ha disminuido en más de un 40 por ciento en Tamaulipas, tras predominar en los últimos dos años una ausencia prolongada de lluvias y temperaturas por encima de lo normal, confirmó Francisco Quintanilla Sosa.
El Subsecretario de Agricultura, en la Secretaría de Desarrollo Rural, estimó que más del 90 por ciento del territorio tamaulipeco ha tenido un impacto de moderado a severo a causa de la prolongada sequía, que amenaza con extenderse lo que resta del año.
Estableció que la falta de agua se percibe desde unos cuatro años a la fecha, teniendo un impacto de afectación en el sector agrícola como el pecuario, donde se han perdido cabezas de ganado y adelgazamiento de los animales por la falta de alimento.
“Andamos en ese porcentaje, yo creo que ha sido impactante lo que está pasando con las sequías, son extremas tanto para el consumo humano como para la ganadería o agricultura, no ha sido algo atractivo este año y el anterior, creo que tenemos ya cuatro años que no han sido favorables para nosotros el clima”, apuntó.
Quintanilla Sosa apuntó que las pérdidas económicas que han tenido los agricultores y los ganaderos de Tamaulipas durante ese tiempo se ven reflejadas en el precio de los productos de la canasta básica, como lo son la tortilla, pan, carne, huevo, leche, cereales y otros derivados de estas actividades.
“El impacto lo ves en la canasta básica con precios por las nubes, quizá algunos amigos funcionarios de otros ámbitos no lo reflejen así porque no conocen de la agricultura y la ganadería de donde depende la alimentación de nosotros, por eso les digo que es más importante producir comida que producir petróleo”, subrayó.
El Subsecretario de Agricultura admitió que la producción de los diferentes productos que se siembran en Tamaulipas ha tenido una disminución de por lo menos un 40 por ciento en términos generales, en sorgo, maíz, soya, trigo y otros derivados del sector ganadero.
Y aun cuando las esperanzas están cifradas a partir de septiembre, consideró difícil que con las lluvias de fin de año se recuperen en forma importante los bajos niveles de las presas, así como los acuíferos y manantiales naturales.
