Arnulfo Mata Huerta.-
Pablo Gámez, del meritito municipio del Nuevo Padilla armó un equipo “de aquí y de allá” y sorprendió a propios y extraños en el manejo de la novena tamaulipeca con la cual jugó la World Serie en Laredo, Texas, y el equipo “parchado”, si es válida la expresión, jugó pelota de calidad con Pedro Gámez mandando señales desde la línea de coach de tercera base y con muy buenos resultados.
Los Rojos de Padilla ganaron cuatro y perdieron uno, dos en la fase preliminar y uno más en la semifinal y otro en la final.
Veamos:
En su primera salida los Rojos le ganaron a Roma, Texas con pizarra de 6-5, lanzamientos rompientes y bien controlados por parte de Marcos Lara y dominante relevo de Pablito Gámez y la anotación del triunfo fue por conducto de Alex Martínez.
Posteriormente, los Diablitos Rojos de Pablo Gámez cruzaron sus bates ante el poderoso escuadrón de República Dominicana y tuvieron que conformarse con la derrota pizarra de 5-1.
Y es que en RD se juega pelota de muchos quilates pero los pequeños gigantes del diamante representantes de Tamaulipas en esta serie internacional de beisbol infantil se repusieron de este revés y salieron a “comerse la pelota” en el siguiente juego contra la Liga Oriente de Nuevo Laredo, a quien le ganaron con anotación de 10-2.
Y con este holgado triunfo Pablo Gámez y su cuadro de lujo pasó a la siguiente ronda.
Donde sacó una cerrada victoria de una carrera contra cero frente a Guerreros de México lanzando magistralmente Eric López que se vio como un gigante de Ligas Mayores en el cerrito de los disparos.
Pero siendo auxiliado por Marcos Lara, que se acreditó el salvamento.
Precisamente, Marcos Lara marcaría la carrera de la angustiosa victoria.
Con lo anterior Marcos Lara fue declarado el jugador más valioso de esta serie internacional de beisbol infantil y orgullosamente los flamantes campeones regresaron cada quién a su terruño, satisfechos de haber puesto muy en el alto la pelota que se juega en Tamaulipas.
Y lógicamente Pablo Gámez más feliz que unas castañuelas, pues con un equipo modesto, pero con jugadores de “pelo en pecho”, obtuvo el trofeo de campeón.
Pablo Gámez tiene poco tiempo de haberse involucrado en la promoción del beisbol infantil y ahí la lleva, ahí la lleva.