Patricia Azuara.-
Cd. Victoria, Tam.-
Raúl Alfaro Delgado, José Francisco Reyes Cornejo, Izamary Medina Martínez, Ana Karen González, Juan José Montalvo, y la lista continúa y continúa y lamentablemente cada día es mayor.
Decenas de hojas de papel con rostros de jóvenes, mujeres, hombres, niñas y niños están plasmadas en las puertas de la Central Camionera de Ciudad Victoria, Tamaulipas.
Esos cristales que reflejan el dolor y la cruda realidad de un país como México, de un estado como Tamaulipas, en donde el secuestro, la desaparición forzada y los asesinatos son delitos que laceran a diario y enlutan a sus familias.
Esas familias que buscan hasta el cansancio y aun sin fuerzas a sus seres queridos, siempre con la esperanza de encontrarlos con vida y aunque las posibilidades sean casi nulas, no se dan por vencidos.
Al mes de mayo del presente año, la cifra de personas desaparecidas y no localizadas en México superó los cien mil registros. Tamaulipas se sitúa en el nada honroso, segundo lugar con once mil 970 personas reportadas ante las instancias legales, sin contar con los miles de casos sin denuncias.
Según colectivos, la cifra oficial dista mucho de la realidad que se vive en una entidad como esta, donde desde hace más de una década, se registran incrementos importantes en las estadísticas de inseguridad.
De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, entre el 15 de marzo de 1964 y el 16 de mayo de 2022 han sido reportadas en total 245 mil 528 personas como desaparecidas, no localizadas y localizadas en el país.
De la cifra anterior, son cien mil nueve personas de las cuales al día de hoy no se sabe dónde están o qué les pasó. Del periodo de 1964 a 2022, 145 mil 519 personas reportadas como desaparecidas fueron localizadas; nueve mil 914 de ellas sin vida, 135 mil 605 con vida.
Jalisco (14 mil 951), Tamaulipas (once mil 970) y el Estado de México (diez mil 993) son las entidades mexicanas que más reportes de desaparición tienen. Le siguen estados como Nuevo León (seis mil 218), Sinaloa (cinco mil 471) y Veracruz (cinco mil 737).
El Comité contra las Desapariciones Forzadas de las Naciones Unidas (CED, por sus siglas en inglés) publicó este año, desde Ginebra su informe sobre la visita a México que llevó a cabo entre el 15 y el 26 de noviembre de 2021, días en los cuales ocurrieron 112 desapariciones, la primera vez que este organismo acudió a investigar sobre el terreno.
El CED hizo un análisis de la situación en México, donde hasta ese momento existía un registro oficial que contabilizaba a 98 mil 877 personas desaparecidas y no localizadas. Precisaron que de finales de noviembre de 2021 hasta mediados de abril de 2022 desaparecieron tres mil 804, un promedio de 28 personas diarias.
MIRIAM RODRÍGUEZ, TAMAULIPECA QUE LLEGÓ A LA PANTALLA GRANDE
Un hecho que conmocionó a la entidad cimbró al país e hizo eco a nivel mundial fue el asesinato de la activista Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez el pasado 2017. La historia de esta valiente madre y defensora de los derechos humanos fue la inspiración de “La Civil”, película dirigida por la rumana Teodora Mihai y uno de los largometrajes más aclamados durante el Festival de Cannes.
Protagonizada por la actriz mexicana Arcelia Ramírez, quien recibió ocho minutos ininterrumpidos de aplausos en el Festival de Cannes, por su participación en la cinta que profundiza la violencia en México.
Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez fue asesinada a tiros al exterior de su casa, el pasado diez de mayo de 2017, en la celebración del Día de las Madres; días antes del artero crimen manifestó su miedo y pidió protección a las autoridades gubernamentales, pero no recibió el apoyo necesario.
La tamaulipeca Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez dedicó los últimos cinco años de su vida a encontrar a su hija, secuestrada en 2012. Fundó el Colectivo de Desaparecidos en San Fernando y, tras dos años de búsqueda, localizó el cuerpo de Karen Alejandra Salinas Rodríguez en una fosa clandestina.
Ante la falta de respuesta y la indolencia de las autoridades, Míriam luchó día y noche, e hizo lo inimaginable para dar con los asesinos de su hija. Logró la captura de una decena de criminales que estuvieron involucrados en el secuestro y asesinato de Karen.
En marzo de 2017, escaparon del penal de Ciudad Victoria 29 presos, entre ellos varios de los responsables del feminicidio de Karen que pagaban una condena, gracias a la labor de su madre.
Tras esa histórica fuga, la activista pidió protección, pero los mecanismos otra vez fallaron en contra de los defensores de los derechos humanos. El diez de mayo de ese mismo año, la acribillaron frente a su casa.