José del Carmen Perales Rodríguez
El carácter formativo que tienen particularmente la educación secundaria y que incluye el reforzamiento de los valores en los adolescentes, no puede estar sujeto a modas, caprichos y en ocasiones «alcahuetería» de los propios padres, advirtió Miguel Ángel Tovar Tapia.
El presidente de la Sociedad Estatal de Maestros y Padres de Familia de Tamaulipas (Sempafat), comentó lo anterior en referencia a la orden del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), para que se permita a los adolescentes tomen clases sin importar si tienen teñido o largo su pelo.
«El Conapred está pasando por encima no sólo del carácter formativo de la educación secundaria, sino que atiende la queja de una minoría cuando hay millones de adolescentes y padres de familia que están de acuerdo con las reglas internas, con la disciplina y los valores», comentó.
Tovar Tapia criticó que desde un escritorio se esté dando la pauta para que los valores se vuelvan letra muerta, lo mismo que la autoridad de los maestros que ahora tendrán que atender esta indicación cada que un alumno o sus padres se inconformen con las reglas internas.
