La poderosa frase con la que Kate del Castillo dio vida a Teresa Mendoza, “Yo soy esa mujer, soy la Reina del Sur”, saltó de la pantalla a los tribunales y hoy es parte de una controversia con millones de dólares de por medio.
Documentos legales muestran que Sandra Ávila Beltrán, conocida popularmente como “La Reina del Pacífico”, inició un proceso administrativo en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) contra Netflix y Telemundo, a las que reclama un pago millonario por el uso de su imagen sin su consentimiento.
Sus abogados dicen que este es un primer paso antes de que el caso llegue al Poder Judicial.
Este argumento con el que Ávila Beltrán ha puesto en la mira a ambos consorcios estadounidenses de medios parte de varios puntos y abre consecuencias insospechadas en una industria que se ha servido a manos llenas de historias del narcotráfico para crear contenido a lo largo de la última década.
Aquí la historia: uno, ya hay un antecedente similar que involucra a Gael García y su imagen. Y dos, el derecho sobre la identidad: ella considera que la semejanza con la que ha sido construido el personaje de Teresa Mendoza no es coincidencia. A su ver, es un símil que le ha servido a los productores de la serie para ganar decenas de millones de dólares. Todo, sin su consentimiento.
La semejanza entre Teresa y Sandra está ahí para interpretar: Morenas, atractivas, norteñas y en sus cincuentas e involucradas en el mundo del narcotráfico.
Tras 11 años de transmisiones y retransmisiones, más de 120 capítulos y una tercera temporada en ciernes, habrá quienes sostengan que Kate del Castillo ha estado representando una versión de Ávila Beltrán.
Además del parecido, la serie también ha explotado la noción de estar supuestamente basada en hechos reales, rumor que ha servido para la promoción misma de la telenovela, confiriéndole un aire supuestamente casi biográfico.
La “cercanía con la realidad” ha sido alimentada por los propios integrantes del elenco, como Del Castillo, quien presumió en su momento haber entrevistado a la Reina del Pacífico para empaparse del personaje (algo que recientemente fue desmentido por Ávila Beltrán).
Ssí como la Reina del Sur negocia duro con la contra, la Reina del Pacífico no trabaja gratis y quiere su tajada del imperio electrónico de Teresa Mendoza. Hasta el 40 por ciento de lo que Netflix y Telemundo hayan ganado, para ser exactos.
“Dichas empresas (…) actuaron de manera dolosa, con la intención de desprestigiarme y en base a ello obtener un lucro económico”, dijo Ávila Beltrán en un escrito de 25 cuartillas enviado al IMPI a principios de este año y del que este reportero tiene una copia completa.
Se refiere en cuestión a una transmisión de Noticias Telemundo del 19 de abril de 2019 en la que se utilizó un video de su detención para promover la segunda temporada de la serie.
De avanzar su reclamo ante el IMPI, conocido oficialmente como procedimiento Administrativo de Infracción en Materia de Comercio, su defensa estima que esto abriría la vía a quedarse con hasta cuatro de cada diez dólares generados por las aventuras e infortunios de su contraparte ficticia, creada por el escritor español Arturo Pérez-Reverte y después explotada por Telemundo y distribuida en plataformas de streaming.
Para llegar a ese 40% de ganancias, los abogados de Ávila Beltrán tomaron como base el caso de la explotación ilegal de la imagen de Gael, quien en una situación similar dobló al gigante trasnacional de bebidas Diageo, que fue condenado por la justicia mexicana a pagarle hasta el 40 por ciento de las ganancias obtenidas por una campaña publicitaria.
El parecido de estrategias no para ahí: si el IMPI desecha el asunto, se daría paso a la demanda por la vía civil, justo como lo hizo Gael García, cuyo caso escaló hasta la Suprema Corte.
¿A cuánto ascendería la suma? No es una cifra pública, pero indudablemente está seguida de muchos ceros. Es una de las novelas televisivas más exitosas de los últimos años, tanto que ya va por su segunda década de vida y se han ampliado las locaciones de grabación a Europa, el Caribe y Centroamérica.
La tercera temporada llegará en octubre próximo y para dar una idea de su valor, sirve una declaración de Kate del Castillo de 2019. “Antes éramos pobrecitos… y ahorita ya tuvimos un poquito o un muchito más de presupuesto y lo más interesante es que se va a ver en la pantalla”, dijo entonces.
La demanda contra La Reina del Sur, y el triunfo de Gael, avivan la expectativa de que otros personajes del narco quieran seguir los pasos de Sandra Ávila Beltrán. ¿Cuántas series que explotan la imagen de mafiosos habrá en pantalla? En el mundillo de los abogados este es ya todo un tema.
Joaquín El Chapo Guzmán, Ismael El Mayo Zambada, la familia de Vicente Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos… La lista de capos que han protagonizado series sin recibir un peso en compensación es larga.
En el procedimiento IMC 150/2022, presentado originalmente en enero 22 de este año, Ávila Beltrán argumenta: “No debe quedar lugar a dudas de que las empresas Telemundo y Netflix no regalan el contenido que se comunica públicamente y/o distribuye y/o reproduce y otras formas, sino que por el contrario, se trata de un modelo de negocio exitoso en el que dichas empresas resultan evidentemente beneficiadas, razón por la cual deberán en su momento resarcir a la suscrita por el uso sin autorización de la imagen de la suscrita para publicar la serie ‘la Reina del Sur’, así como por el daño moral realizado por su socia Telemundo, quienes actuaron de manera dolosa con la intención de desprestigiarme”.
En más argumentos legales en los que sustenta su reclamo, la defensa de Ávila Beltrán sostiene que ambas empresas violaron distintos artículos de la Ley Federal de Derechos de Autor, la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial, la Constitución Mexicana y hasta la Convención Interamericana sobre Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
En el caso de la Constitución, reclama que se viola el artículo 1, al atacar su dignidad; sobre la Ley Federal del Derecho de Autor, asegura que se cometió una violación en materia de comercio al utilizar su imagen sin autorización; del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos reclama que no se respete su reputación y dignidad, mismo argumento que se repite en la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
“Nadie tiene derecho a difundir la imagen de una persona sin autorización, sus anécdotas, vida y esencia y en caso contrario tendrá que pagar por las ganancias obtenidas por el lucro obtenido derivado de la explotación comercial”, dijo en un comentario enviado a este diario. Y como en el caso de Teresa Mendoza, Ávila Beltrán no enfrentará a rivales pequeños en esta batalla: su proceso le llevará a trenzarse con algunos de los entes televisivos más poderosos de Estados Unidos, como Comcast (dueña de Telemundo. Ganancias en 2021: 116 mil millones de dólares) y Netflix (Ganancias en 2021: 29 mil millones de dólares).
El caso de Ávila Beltrán toma como inspiración una batalla legal de altos vuelos que, tras varios años de disputa en tribunales, se resolvió en enero de este año a favor de Gael García, cuya imagen fue empleada sin su consentimiento por Diageo en 22 spots.
Es posible atisbar partes de los argumentos empleados por Gael en el recurso interpuesto por Ávila Beltrán.
En lo que toca al actor, Diageo utilizó sin su consentimiento su imagen en 2011 y 2012 en la campaña “Caminando con Gigantes”, por la cual entabló un largo proceso legal que llegó a la Suprema Corte de Justicia, en donde la ministra Norma Lucía Piña argumentó que el derecho a la propia imagen es fundamental, conforme a lo previsto en la Ley Federal de Derechos de Autor.
Al final, la primera sala de la Corte falló a favor de García, fijando en un techo de 40 por ciento la indemnización por daños y perjuicios. Con ese ejemplo como antecedente, la misma estrategia fue adoptada por la defensa de Ávila Beltrán, que cita los mismos artículos invocados por García, entre otros tantos.
La nota contiene imágenes de Ávila Beltrán, entremezcladas con algunas de Kate del Castillo/Teresa Mendoza –uniendo a ambas personas, por así decirlo.
En voz en off, la reportera cita: “Una leyenda se ha entretejido en torno a Sandra Ávila Beltrán, la Reina del Pacífico… la narcotraficante también fue la musa para la serie de Telemundo La Reina del Sur, cuyo personaje protagónico es interpretado por la actriz mexicana Kate del Castillo”.
Esa frase y ese segmento, de dos minutos de duración, articulan la columna vertebral del caso de Ávila Beltrán, cuya defensa pidió al IMPI exigir a Netflix y Telemundo respuesta a las siguientes preguntas:
–¿Cuentan con autorización de Sandra Ávila Beltrán para utilizar su imagen como medio para publicitar la serie la Reina del Sur temporada uno y dos?
–¿Cuál ha sido el monto total de gastos generados para la producción de la serie La Reina del Sur?
–¿Cuál ha sido el monto de ganancias respecto de la temporada uno en relación a la temporada dos?
–¿Cuáles han sido las ganancias totales obtenidas por la denominada serie… incluyendo para tal efecto todas las ventas que han realizado a los diversos canales de televisión o vía streaming?
Los argumentos finales de Ávila Beltrán son los siguientes: “Debe considerarse plenamente que, al hacer uso de mi imagen y mi nombre para referirse a La Reina del Sur, únicamente se buscó acrecentar el morbo y generar en los consumidores de dicho contenido un mayor interés en aras de obtener un beneficio económico”.
Y remata: “es así que válidamente se puede llegar a la siguiente conclusión: el uso de la imagen de la suscrita no buscó un fin informativo o periodístico, sino evidentemente un fin comercial”.
En entrevista, Israel Razo Reyes, abogado de Ávila Beltrán, sostuvo que su clienta no ha sido condenada como narcotraficante, por lo que vincularla con ello es una afectación directa a su imagen.
“Es una afectación directa a su imagen, imagínate vivir alguien con el mote de narcotraficante es muy difícil. “La señora siempre ha salido absuelta en todos los recursos y procedimientos penales que ha enfrentado, imagínate salir a la calle y tener la necesidad de que la vean como narcotraficante y aparte empresas extranjeras explotar esa parte”, expuso.
Razo Reyes sostuvo que buscan dejar un precedente con este caso, pues “no se puede usar imagen de las personas a la ligera”. “Lo que nosotros queremos es dejar un precedente es que no se puede usar la imagen de las personas a la ligera y las personas que lo lleguen a hacer saben a lo que se van a atener, a cubrir ese ese dinero que ganan por utilizar esa imagen”, sostuvo.
Sobre la duración del proceso, el abogado no fijó una fecha posible para que finalice el proceso. “Estamos en el desahogo de pruebas, estamos terminando la contestación como tal que nos hacen Telemundo y Netflix. Vendrá un periodo en el que el IMPI tendrá que valorarlos y emitir un fallo”, expuso.
El abogado reiteró que se reclama hasta el 40 por ciento de las ganancias de la Reina del Sur en desde el inicio y hasta ahora. «Tenemos que partir de una base para tener un cobro, lamentablemente ellos han sido muy escurridizos en no decir cantidades, que tampoco las haríamos públicas por seguridad de ambas partes».
Dijo que el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial será la autoridad que va a sentar las bases para un posible juicio ante las autoridades civiles.
«El IMPI sólo hará una infracción respecto a la utilización de la imagen. Imagen entendida no simplemente la cara, sino la imagen englobado vida, trayectoria, anécdotas».
Con información de: milenio.com
▶️ #Exclusiva | "Es muy difícil que viva una persona con el mote de narcotraficante cuando ya ha sido exonerada en todas las circunstancias legales"
Sandra Ávila Beltrán, exige 40% de regalías a Netflix y Telemundo por 'La Reina del Sur'
La entrevista con @vhmichel pic.twitter.com/oJZWca4s9O
— Milenio (@Milenio) August 29, 2022