Los hueseros se han popularizado por ser una “alternativa económica” para atender tanto dislocaciones, fracturas o problemas musculares. Sin embargo, al no ser médicos, ni ortopedistas o fisioterapeutas, podrías poner en riesgo tu vida. No, no es una exageración, existen 3 riesgos de acudir con los famosos hueseros.
¿Qué es un huesero?
La mayoría de las veces, se tratan de personas que se anuncian como especialistas capaz de curar problemas de luxaciones, fracturas, dolor en articulaciones, esguinces, torceduras, problemas de cuello, espalda, columna o en cualquier parte del cuerpo en donde se presente dolor, el problema es que al no ser especialistas de la salud, es imposible que puedan tratar adecuadamente las complicaciones de un procedimiento mal ejecutado.
De acuerdo con un artículo publicado por The Pan African Medical Journal (PAMJ), retrasar el tratamiento adecuado en lesiones tanto de los huesos como en los tendones, puede causar complicaciones inmanejables, por ejemplo, la unión defectuosa de fracturas, osteomielitis, úlceras por presión y ampollas, infecciones en tejidos blandos y en casos graves, gangrena de extremidad.
Seguramente has visto muchos videos en los que los famosos hueseros truenan el cuello con ayuda de mazos o bandas con las que jalan esta parte del cuerpo. Aunque se ve aparatoso, es importante que sepas que esta práctica puede generar un esguince cervical, es decir, el desgarro de alguno de los ligamentos que unen las vértebras cervicales al cuello. Si se dañan los nervios o foramen intervertebral, podría causar una parálisis en el resto del cuerpo.
En un caso extremo, se dañan los vasos sanguíneos del cuello, como la carótida o la yugular, los cuales transportan sangre a la cabeza, si uno de estos se rompe puede originar una hemorragia interna, pero también un infarto cerebral, todo por acudir con un huesero que no cuenta con la preparación médica como los fisioterapeuta o un ortopedista.