diciembre 12, 2024
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septiembre 6, 2022 | 276 vistas

Patricia Azuara.-

Cd. Victoria, Tam.-
De marzo a la fecha, derivado de la inflación y una serie de situaciones globales, como la pandemia e incluso guerras en otros países, el precio de las frutas y verduras se disparó 25 por ciento.

Hoy en día, una familia de cuatro personas necesita al menos 500 pesos para adquirir los vegetales que van a consumir en una semana, es decir, gastan aproximadamente tres salarios mínimos, solo en esta necesidad básica.

El representante de la Unión de Locatarios del Mercado Argüelles, Fernando Tovar, sostuvo que el precio de las frutas y verduras se rige por la oferta y la demanda, sin embargo, el último año se registran alzas constantes por diversos temas que van desde el aumento a los hidrocarburos, la pandemia, la guerra Rusia-Ucrania, e incluso el exceso de lluvias y otros factores climáticos.

“Las lluvias que están azotando en el país, que por un lado es muy bueno para las siguientes temporadas, pero ahorita las producciones que hay se ven mermadas, porque no pueden entrar al corte lloviendo, porque las frutas y verduras guardan la humedad y al momento del almacén y transporte, se echan a perder”.

SOBRE COSTO POR TRANSPORTACIÓN

Solo el sobrecosto por transportación es del diez por ciento para Ciudad Victoria, Tamaulipas. Entre más largas sean las distancias más se dispara el precio  para el consumidor final.

“No solo es la distancia, es la maniobra, es cargar, transportar, descargar, toda esa cadena del suministro de la logística, que se agrega al final de cuentas dentro del costo que se le ofrece al cliente”.

Al comparar los precios de septiembre del 2020, 2021, al del 2022, el aumento alcanzó el 25 por ciento. Explicó que este incremento obedece principalmente a la eliminación del subsidio a los hidrocarburos, la pandemia por covid-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania, que apenas se resintió en este lado del mundo al provocar desabasto de fertilizantes.

“Rusia es uno de los principales productores de fertilizantes que es el que ayuda para que todas las plantaciones generen el volumen necesario para la producción. Al haber un incremento en los fertilizantes, e incluso dejar de producirlos, ahorita ya nos está repercutiendo”.

Detalló que el encarecimiento y desbasto de fertilizantes registrado el pasado mes de abril impactó los sembradíos de mayo, lo que provocó el decremento en un 40 por cierto de la producción de algunas verduras básicas de la comida mexicana como el jitomate.

“Vamos a poner un número chico para que se entienda más rápido, si la planta debía poner diez jitomates, va a producir unos seis jitomates, esa baja de producción también encarece, porque al bajar la oferta, la demanda sigue aumentando y el precio por ende aumenta”.

Ejemplificó que el incremento de la papa, que se presentó meses atrás fue a causa del siniestro en las producciones, y durante tres meses, el precio subió de 14 hasta 45 pesos.

“No es que los productos sean inalcanzables, sino qué tanto poder tengo de adquisición, aquí lo malo es que todo sigue subiendo y el ingreso al trabajador no aumenta, y si lo aumentamos viene otra sobreevaluación, porque las empresas ¿de dónde van a sacar ese dinero?, del precio de venta, sería un error incrementar porque todo se volvería a subir y estaríamos en la misma situación”.

COMPRAN TRES VECES MENOS

Indicó que en estas crisis, el cliente adquiere 30 por ciento menos del producto, porque no les alcanza para más, el volumen desplazado baja, y por ende esto también impacta en el costo final.

“Lo que tratamos las empresas es procurar que la gente lleve volumen dándole precios accesibles, y promociones para que los negocios muevan el volumen que necesitan para la distribución de los gastos y la gente pueda tener lo que necesita”.

El comercio vive del cliente, si no lo cuidas y no buscas soluciones para mitigar un poco los problemas que generan esta serie de impactos, entonces sí, se vería una crisis mayor.

Recordó que en las últimas dos décadas el precio de la canasta básica aumentó alrededor del 440 por ciento. Solo la tapa de huevo en 1995 costaba 18 pesos, para el 2022, alcanza los 80 o más pesos.

Aseguró que ésta como otras crisis no se superará en un par de meses. La recesión se resentirá hasta el 2023, “quizá a mediados del próximo año, podremos decir, la volvimos a pasar”.

“Las empresas tenemos que ver ese lado social, de decir, esta bien, no voy a ganar como ganaba antes, pero de perdido me mantengo en el mercado, tengo que ver por mis clientes”.

Nunca una inflación se mide en el punto detonante, dijo. Las crisis son como olas de agua, no es donde empiezan, sino saber dónde, cuándo y cómo te va a pegar.

“A nivel nacional, desde el año pasado ya estaban viendo la volatilidad de los precios. Estábamos acostumbrados que había una cadena de suministros globalizada, a partir de enero muchos estadistas dicen, tenemos que ir manejando el concepto de desglobalización”.

GUERRA Y PANDEMIA

Agregó, “porque nos dimos cuenta que no podemos depender de China u otras naciones, porque cuando sucedió lo del covid, lo de Rusia-Ucrania, no lo sentimos porque teníamos inventarios, pero ahorita estamos sufriendo, ahora sí, los efectos de hace un año y medio”.

Expuso que es complicado hablar de márgenes de ganancias específicas por la variable de los precios, pero al día de hoy, la tasa de retorno, no supera el tres por ciento, “si bien te fue”.

Aceptó que como parte de esta sociedad, todos debemos contribuir con lo que nos toca para que opere una ciudad, un estado, un país, sin embargo, pidió a los gobiernos y poderes eliminar la carga burocrática, tramitología y persecución fiscal que padece el pequeño comerciante.

Exigen reglas accesibles y fáciles de cumplir, que ayuden al intercambio comercial entre los pequeños productores agrícolas y el propietario o ambulante, porque toda esa metodología complicada provoca “coyotaje”.

“Que nos dejen trabajar, que ya no nos acosen con más cosas que cumplir, el que hace las cosas bien, las hará siempre y el que no, créeme que buscará y encontrará la manera de operar mal, ilegal. Si tú dejas trabajar a la sociedad, la sociedad no va a depender del gobierno”.

RECOMENDACIONES

Recomendó al consumidor analizar la calidad y el precio al momento de la compra, ya que muchas ocasiones el cliente compra un número elevado de kilos, de verduras o frutas que se echan a perder y ahí viene la merma en sus compras.

Refirió que los clientes pueden adquirir las frutas de temporada ya que su costo disminuye, por el ejemplo, el precio de la uva bajó de 80 a 36 pesos. Además, se acerca la temporada de mandarinas y  manzanas, recordó.

“Son productos que por estación nos ayudan a sortear el clima porque aportan mucha vitaminas C, sí hay manera, solo debemos aprender a distribuir el dinero”.

Exhortó a las familias a consumir en los comercios locales, ya que el sobrecosto es menor que el impuesto en los centros comerciales, donde incluyen hasta el estacionamiento y el aire acondicionado.

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