diciembre 15, 2024
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septiembre 7, 2022 | 235 vistas

Patricia Azuara.-

Y al escuchar los nombres de Isadora Uvalle, Josefa Zozaya y Judith Reyes, ¿las identificas? ¿Algo se te viene a la mente? ¿Conoces o has oído hablar de alguna? Ellas son solo tres de las decenas de mujeres que lucharon heroicamente y fueron piezas fundamentales en hechos históricos de Tamaulipas y México, pero que hoy poco o nada se cuenta de ellas.

Son escasos los nombres de heroínas que figuran y se reconocieron con el tiempo. La mayoría está prácticamente en el olvido y nadie las recuerda como las guerreras que fueron, en tiempos donde el machismo tenía la fuerza absoluta.

En Tamaulipas el 97 por ciento de los nombres de calles, avenidas, escuelas, hospitales, e incluso municipios, tienen nombres de personajes masculinos.

Apenas el tres por ciento de las nomenclaturas y una que otra institución se lo destinan a algunas mujeres que trascendieron, sin embargo, hay tantas más, que merecen ser reconocidas por todo alto, incluso más que alguno de ellos.

SOLO DOS COLONIAS

El cronista de Ciudad Victoria, Francisco Ramos Aguirre, relató que solo en la Capital de Tamaulipas hay cerca de 500 colonias, de las cuales solo en dos hay el sello femenino.

“Esto tiene desde luego un sentido histórico, que tiene que ver con las raíces del Estado y con la situación legal, o jurídica, o de alguna manera los roles que la mujer tuvo desde hace muchos años”.

Y es que en aquellas épocas las mujeres tenían muy escasa participación u oportunidades tan importantes como las tenía el hombre. Casi todas las actividades eran realizadas por hombres y fue una era mundialmente machista, con algunas excepciones, pero son esas excepciones las que hoy deben ser reconocidas.

En lo que respecta a Tamaulipas, al remontarse a su fundación, la primera mención histórica que se hace de la mujer en el estado, es el municipio de Llera, fundado en 1748 y nombrado así en honor a la segunda esposa de José de Escandón.

“La participación de la mujer, como sabemos el rol era el hogar y la crianza de los hijos, pero luego surgieron unos nombres importantes, sobre todo en la época de la independencia cuando surge una mujer, que participa y de la cual lamentablemente no hay una calle que lleve su nombre”.

Tal es el caso de, Isadora Uvalle, originaria de Santa Bárbara, municipio de Ocampo, que fue ahorcada porque ayudaba las fuerzas insurgentes, una de las primeras mujeres que destaca en este plano.

Después viene la intervención norteamericana, sobre este hecho en Tamaulipas, Josefa Zozaya participó durante la toma a Salto de Monterrey por las tropas norteamericanas, pero poco se platica de ella.

“También en este hecho hay una lista de mujeres que se manifiestan en Matamoros en contra de la intervención norteamericana y asumen un rol patriótico, se les consigan sus nombres en los periódicos de la localidad, y fijan una postura de esa naturaleza”.

BORRADAS

La participación y reconocimiento social e histórico de la mujer es muy lento, y se observó décadas después de los hechos. El nombre de muchas se borró en el camino, lamentó.

La mujer en cuanto a la nomenclatura de la imposición de sus nombres, se hizo notar hasta los años 40’s.

“Básicamente aquí en Ciudad Victoria lo notamos con la asignación de nombres a las escuelas, como fue el caso de las escuelas: Leona Vicario, que se da en 1914, de la escuela Corregidora, pero no como Josefa Ortiz de Domínguez, sino como La Corregidora”.

En lo que corresponde a Ciudad Victoria, se asignó a una de las calles el nombre de Olivia Ramírez, que fue una maestra que participó políticamente como forjadora de los movimientos sociales femeninos y a lado de Emilio Portes Gil en la fundación del Partido Socialista Fronterizo.

Pero paralelamente a esta profesora surgieron otras dos mujeres que no han tenido ese reconocimiento, detalló, por ejemplo Soledad Alcalá, que también tuvo una participación en el Partido Socialista, y otra mujer de apellido García Acuña que era de origen tulteco, que tampoco se le ha recordado, dentro de las investigaciones.

POCO TIEMPO

A partir de los años 60’s y 70’s, muchos de los nombres históricos y contemporáneos actuales, que tienen que ver con la vida cotidiana y política, y el reconocimiento que se da desde el poder por parte de los gobiernos, llega bajo el nombre de Leona Vicario, explicó.

“Pero ya hay maestras que ya tienen su nombre en algunos fraccionamientos o colonias de la localidad como Emma Vázquez, Estefanía Castañeda”.

Entre los nombres que destaca la época actual está Sara Pérez de Camargo, que muere trágicamente y se le asignó un nombre a una de las calles de este fraccionamiento. Y Bertha del Avellano, esposa del político don Enrique Cárdenas González.

“Y hay calles como Margarita Maza de Juárez, como Teodosia Castañeda. Las escuelas también empezaron a tener nombres de mujeres como por ejemplo la Juana de Asbaje Ramírez, que es Sor Juana Inés de la Cruz, pero que se le asignó este nombre por reconocimiento de la mujer”.

“Amalia González Caballero, que se le asignó a una colonia popular y a un edificio cultural, a quien le negaron una participación política porque en los años 60’s no se concebía que un estado estuviera gobernado por una mujer, no se concebía esa idea de que hubiera una mujer política que pudiera aspirar a ser gobernadora del Estado”.

Hay mujeres que recibieron el reconocimiento por su aportación de carácter filantrópico, como Luisa Montemayor Flores de Lavín, que ella ayudó mucho a la Iglesia.

¿Y LAS ESCUELAS?

En Ciudad Victoria, solo dos colonias tienen nombres de mujeres en todas sus calles, el fraccionamiento de Las Huertas de San Javier y Las Enfermeras.

“Jardines de niños y escuelas también llevan nombres de maestras básicamente, porque hay que recordar que Tamaulipas y Ciudad Victoria en lo particular fue una generadora de una gran corriente magisterial, en donde destacan muchas mujeres, como Elvia Raquel de la Fuente, Oralia Guerra Villarreal que es la abuela de quien va a ser gobernador”.

Pero la designación de nombres de mujeres que hicieron historia, comparada con todas las nomenclaturas que existen de abogados, políticos, de generales, es casi nula.

“Con todo esto todavía seguimos teniendo muchos vacíos, respeto a personalidades de la cultura tamaulipeca, que no han recibido este reconocimiento comparado con la nómina de personalidades masculinas”.

“Nombres de doctoras, pintoras, poetas, que no han sido incluidas en las aspectos que tiene que ver en las asignaciones que debe existir en los municipios como un comité de nomenclatura, es un alto margen de lo que vivimos”.

Y es que anteriormente, para ser reconocida, tenías que pertenecer al gobierno o a los círculos políticos, porque si tenías una postura crítica hacia las instituciones se batallaba un poco más, destacó.

Respecto a esto, ejemplificó, el caso de Judith Reyes, originaria de Ciudad Madero, fue cantante y compositora, de los años 40’s y 50’s y su música lo dedicó a la lucha social de los campesinos y apoyar a los estudiantes y sectores reprimidos.

“Lo que sucede es que poco a poco se ha ido teniendo el reconocimiento social de la participación de mujer, que tiene que ver con una manifestación del poder desde arriba, que tiene que ver con ideologías, machismo, que tiene que ver una situación de carácter legal para esto de la inclusión en tantas cosas que se han visto”.

El cronista coincidió en que se podría poner en la mesa del Congreso del Estado iniciativas para la formación de comités de nomenclaturas en los municipios o que exista una ley que impulse la paridad también en este tema.

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