marzo 29, 2024
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septiembre 19, 2022 | 914 vistas

Francisco Ramos Aguirre.-

Cd. Victoria, Tam.-
Muy socorridas las frases, apodos y palabras populares que la historia oral registra en los pueblos y ciudades de México. En ellas se revela el ingenio, códigos de entendimiento, apodos, orgullo regional, carácter, relajo y creatividad lingüística del ser humano. En este sentido, la mayoría de los dichos encuadran dentro de los elementos de identidad de las comunidades y vida cotidiana.

En el lenguaje o léxico de los victorenses existe una buena dosis de ingenio, humor involuntario y picardía sin ofender. La sabiduría en el habla popular y usos del lenguaje para cada ocasión es un producto y herencia multifactorial donde participan los ancestros, corrientes migratorias, poetas vernáculos, periodistas y personajes de características naturales para crear albures, imponer apodos, inventar historias, hacer chascarrillos y burlarse de la vida.

Muchos de ellos permanecen en la memoria y se les recuerda en reuniones de bohemia y convivencia. Por ejemplo Santiago Peña, quien después de perder accidentalmente un ojo, afirmaba que para lo que había que ver en Ciudad Victoria, con un ojo era suficiente. Cuando Vicente Gil Acuña “El Guayulón”, se enteró que su padre mandó pintar el anuncio: “Se vende esta casa por problemas familiares”, inmediatamente agregó la frase de la canción de moda: “Te vendes, quién pudiera comprarte.”

Arnulfo Martínez “El Nivel”, poeta popular tamaulipeco de altos vuelos, escribía versos sobre el desempeño de políticos, empresarios y personajes de la ciudad. Es célebre el epigrama que dedicó a un turista gringo, sorprendido por la policía mientras orinaba en la Plaza de los Héroes. Por tal motivo, el juez calificador fijó una multa: “Ordena la presidencia, /que por tamaña indecencia,/se le castigue el bolsillo./ Mas si no puede pagar,/que se le mande tapar, /a cal y canto el fundillo.”

Para los forasteros en Tamaulipas es obligatorio aprender, entender, aplicar y conocer el significado del habla regional. En Reynosa los habitantes fronterizos sugieren en tono humorístico: “Lo mejor de Reynosa está en Mc Allen.” Aunque los más antiguos recuerdan uno de los comercios más célebres que anunciaba: “Lo que en Reynosa busca, Casa Isassi lo tiene.”

Victoria tiene muchas frases que enriquecen las expresiones relacionadas con la burla, risa, guasa, choteo, ironía, chistes y otros apartados. En el léxico de sus habitantes destaca una colección de frases, apodos y sentencias que han sobrevivido gracias a las generaciones nacidas a partir de los cuarenta del siglo pasado. Son una muestra no sólo del habla de los capitalinos, sino también registran personajes, costumbres y escenarios de convivencia.

“A Dios le debo la vida y a Juan Medina la ropa”. Hermanos Juan y Fidencio Medina, originarios de Cruillas, propietarios de La Económica, próspero negocio de ropa y línea blanca, donde amasaron buena fortuna. Vendían fiado con el sistema de pago semanario, a través de tarjetas donde anotaban los abonos.

“¡Aquí no es cine de corrientes!” Expresión de Alfredo Garza, administrador del Cine Rex cuando algún espectador, escupía, tiraba basura o se comportaba grosero. Entonces les regresaba el dinero del boleto y los echaba a la calle. (Armando Patiño Loya).

“Afloje la nalga”. Expresión de Pepe “El Enfermero”, quien durante varios años se dedicó a aplicar inyecciones y sueros a enfermos de familias pudientes de la localidad. (Gerardo Campos).

“Arreglado Matamoros”. Significaba que los agentes aduanales de la garita del kilómetro 22 habían recibido soborno y el tránsito estaba libre para contrabandistas, quienes tenían un código, salvo conducto o contraseña.

“Calabaza caliente, pedo de repente. Calabaza fría, pedo todo el día”. Comunicada por Lupe Castillo al profesor José Hernández Medina, vecino de la colonia Mainero. Se atribuye a doña Esther del mismo barrio.

“¡Cañonazos del Cine Alameda!” Frase atribuida a don Pedro Montemayor Charles, administrador del Cine Rex. Se hizo célebre cuando proyectaban películas norteamericanas: Quo Vadis, Lo Que el Viento se Llevó, Sansón y Dalila, Ben Hur, Las Minas del Rey Salomón y otras.

“En Ciudad Victoria las flautas son de harina”. Frase gastronómica sobre las tortillas de harina de regular tamaño, enrolladas a la manera de una flauta. Se rellenan de diferentes guisos: chicharrón, carne deshebrada, asado de puerco, puerco en salsa verde y machacado. El platillo fue elaborado a finales de los cincuenta de siglo pasado por la señora Rosita Charles, propietaria del Café El Nacional.

“Quien toma agua de La Peñita, se queda a vivir en Victoria”. Se refiere a un balneario o venero de agua del río San Marcos en uno de los cañones de la Sierra Madre Oriental. El adagio cobró fuerza porque muchos estudiantes y profesionistas forasteros se radicaron en Victoria por motivos laborales y matrimonio. En 1929 existía la marca de refrescos La Peñita.

“Salvador Morraz, o tocas o te vas”. Frase anónima sobre el director de la Banda de Música del Estado durante los años cuarenta del siglo pasado.

“Sigue Chon con calentura”. Hace referencia a personas tercas, insistentes que persisten en imponer sus ideas y conductas. (Baldomero Zurita).

“Ciudad Victoria, ciudad amable”. Acuñada por el locutor Carlos Adrián Avilés en su programa Alegría Matinal, transmitido durante más de 30 años en la radiodifusora XEGW.

“¿Cómo la viste Andrés?” Frase deportiva sobre al locutor radiofónico Andrés García González, cuando jugaban futbol los equipos Cuerudos y Correcaminos.

“Con un ojo llora y con otro ve”. Utilizada por la periodista de sociales Cochichi-Cuchichua del semanario Nueva Era. (diciembre/1948).

“¡Échale ganas!” Expresión motivacional de Arnulfo La Güera Mata Huerta, cronista deportivo emérito de Victoria.

“El amigo de los amigos”. Don Tomás Sánchez notable mutualista, colocó esta frase en  la defensa de su camioneta. En 1951 fue uno de los primeros en utilizar la historieta y caricatura en anuncios publicitarios de los periódicos Noticias y Tribuna. El mismo rotulista pintó la frase en inglés: The Friend of the Friends.

“El asunto está en Victoria”. Muletilla para indicar que los asuntos políticos, trámites o papeleo burocrático se encontraban en cierta oficina o dependencia de gobierno en la Capital tamaulipeca.

“¿Qué pasó?” Apodo de Cruz Valadez, cocinero y cantante, quien inició su negocio de tacos de papa y carne molida en un carretón cerca del estadio Marte R. Gómez. La frase nació cuando un estudiante de veterinaria que transitaba por su negocio gritaba: ¿Qué Passoo?… se popularizó cuando alguien respondía en son de broma: Arou Nou.

“Unos lloran con un ojo, y otros lloran con los dos”. (Alejandro Rosales Lugo, pintor y poeta.)

“¿Vas pa’l Chorrito?” Referente a las personas que acumulan comida “para llevar” en viandas o utensilios de plástico. Preferentemente grandes porciones de guisos y tortillas. Se trata de peregrinos que preparan “lonche” o itacate cuando acuden al santuario de la Virgen de Guadalupe en El Chorrito.

“Ya está la calabaza”.- Que el trámite de algún asunto está arreglado. Se aplica para acordar el inicio o diligencia de manera afirmativa. Te invito una cerveza. -Ya está la calabaza-.

“Tengo diez años de gachupín y sesenta de estar en América”. Sergio Braña, fabricante de máquinas desfibradoras en Victoria. En respuesta cuando alguien le decía que no era victorense, sino español.

“Yo no le deseo mal a nadie, pero quiero que mi negocio prospere”. Felipe Arredondo, propietario de Funerales Arredondo.

“Victoria, donde todo se sabe”. Obispo Ignacio Montes de Oca. Carta a su padre en 1871. “Quise por precaución disimular el día de mi partida; pero fue imposible en un pequeño lugar como Victoria, donde todo se sabe.”

“Victoria la ciudad de las cotorras”. Se relaciona con la enorme cantidad de loros que sobrevolaban los árboles del Paseo Méndez, plazas públicas y Sierra Madre. También aludía a las mujeres victorenses, quienes permanecían solteras toda su vida.

Chochas. Flores de palma pita o barreta, propias de la cocina local. Los pétalos se pueden preparar individualmente o con huevo, salsa y chorizo. Era uno de los platillos preferidos del gobernador Magdaleno Aguilar.   

“Pregunte a quien hemos servido, cómo sabemos servir”. Anuncio publicitario de Funerales Arredondo S.A. Gerente Leoncio Calderón/Matamoros y 8/periódico El Heraldo de Victoria/1952.

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