Patricia Azuara.-
Cd. Victoria, Tam.-
Una mañana helada de noviembre y después de nueve meses de embarazo, Tania se preparaba para dar a luz a un bebé planeado y anhelado. Era el sueño que siempre tuvo, convertirse en madre.
De pronto todo cambió; su historia pasó de la ilusión al calvario, del sueño a una realidad, que la puso enfrente de un sector de la sociedad que lacera con injusticias, discriminación y leyes fallidas, todo promovido por su propia madre.
El 27 de noviembre de 2018, Tania y su esposo Pedro recibieron a su primogénito en un hospital de Nuevo León. Hasta ese momento todo era felicidad; una pareja estable y el tan esperado momento de consumar su amor, a través de su hijo.
Pero nunca imaginaron que con la llegada de su bebé comenzaría el episodio más doloroso de sus vidas, donde la madre de Tania se convertiría en la villana de una realidad, que superó la ficción.
Tania y Pedro son una pareja con discapacidad auditiva y verbal, que han roto barreras inimaginables en un país donde las oportunidades para las personas con capacidades diferentes son casi nulas, y la discriminación la sienten y enfrentan a diario.
Pero con muchas cosas en contra, hoy se desarrollan completamente independientes, en una de las principales ciudades del país, Monterrey, Nuevo León.
Son económicamente activos, y su sed de lucha y superación les permite avanzar día con día sin ayuda de nadie.
LA INJUSTICIA DE LAS LEYES
Sin embargo, las leyes y la ilegalidad de los jueces muchas veces fallan en contra de personas como Tania y Pedro, que lo único que buscan es ser incluidos en la sociedad y tener las mismas oportunidades de vida.
Y aunado al escarnio familiar que en tantos casos, es de donde surgen los golpes más profundos, los planes de la pareja hoy permanecen empañados.
Toda su vida parece sigilosa, porque sus sonidos de justicia no amortiguan en las autoridades y pareciera que ellos, los jueces, son los que enfrentan la discapacidad por no saber escuchar, ni hablar con neutralidad.
El día que dio a luz, la abuela materna del menor, que por decisión de Tania se omitirá su nombre, ya tenía el proceso legal preparado para arrebatarles a su bebé, al argumentar que no son capaces de cuidarlo y al crecer con ellos estaría en un riesgo constante, por el simple hecho de ser sordomudos.
En ese momento la justicia se volcó a favor de la abuela materna, y comenzó una pelea legal entre Tania y Pedro y la madre de Tania, que finalmente se resolvió en los tribunales federales, quienes le otorgaron a la pareja nuevamente la custodia del menor.
¿PERO, POR QUÉ AÚN NO TIENEN A SU HIJO?
Luego de cuatro años de lucha, los padres del menor ganaron un amparo federal en diciembre de 2021, que les devolvió la guardia y custodia del pequeño. Sin embargo, la abuela se niega a entregarlo, y el Juez Primero de lo Familiar del Tercer Distrito Judicial en el Estado de Nuevo León, Fidel Santos Aguillón Guerra, no ejecuta la resolución del expediente 211/2019.
La justicia federal ordenó la entrega gradual del infante, a fin de que el pequeño se acostumbre a su nuevo entorno familiar al lado de sus padres.
Pero hace dos meses, la abuela no acude al Centro Estatal de Convivencia Familiar para entregar al menor y poder continuar con el proceso hasta que se cumpla el plazo, y pueda vivir completamente con Tania y Pedro.
Ante esta situación, el Juez Aguillón Guerra poco hace y prácticamente ignora la situación, mientras la abuela materna ya interpuso nuevos amparos para tumbar la resolución federal, denunció la pareja.
Desde hace cuatro años, Tania y Pedro mantienen una lucha que parece interminable, con una esperanza que está a punto de disolverse, enfrentándose a injusticias y discriminación y a un juez que, en teoría, debe actuar con imparcialidad, pero que hoy pareciera estar del lado de la injusticia y el desacato, afirmaron.
CUATRO AÑOS
Este noviembre, el pequeño cumple cuatro años de edad y continúa lejos de sus padres. Pedro es originario de El Mante, Tamaulipas, y pidió el apoyo de los medios de comunicación para visibilizar el caso que esta plagado de irregularidades.
Tania recibió de su propia madre el golpe más duro de su ya difícil destino. La indolencia de la mujer que le dio la vida la lastima a cada momento, la salud de la joven está mermada, y su cansancio es evidente.
A través de grupos de WhatsApp, la madre de Pedro, Grisela Negrete, pide constantemente a sus familiares y amigos realizar cadenas de oración, porque es fiel creyente de que la justicia divina puede más que las leyes de los seres humanos.
El caso de Tania y Pedro es solo uno, de los tantos que ocurren en el México de la discriminación e injusticia, donde la maldad e ilegalidad acaba con lo que pueden ser, grandes historias de amor.
HOY INICIA SEMANA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS SORDAS
Desde 1958, la Federación Mundial del Sordo (FMS) decretó la última semana de Septiembre como la “Semana Internacional de las Personas Sordas”, que este 2022, se llevará a cabo del 19 al 25 del este mes.
En Tamaulipas los problemas auditivos ocupan el tercer lugar de las discapacidades más frecuentes entre la población, según el Censo de Población y Vivienda 2020 del Inegi.
En la presentación de resultados, el Inegi detalló que 577 mil 731 personas padecen algún tipo de discapacidad. Esta cifra representa el 16.4 por ciento de la población total en la entidad.
De los 577 mil 731 ciudadanos con alguna discapacidad, el 19.7 tienen problemas para oír aun cuando usan aparatos y 15.8 tienen dificultad para comunicarse, por lo que usarían el lenguaje de señas.
El 35.5 por ciento de la población que habita en Tamaulipas tiene problemas para escuchar o son sordas. La principal discapacidad en la entidad es la motriz, y la segunda, la ceguera.
El objetivo de la “Semana Nacional de las Personas Sordas” es promover su inclusión dentro de la sociedad. Además de concienciar a los ciudadanos sobre la realidad que viven, su forma de interactuar con el entorno y la importancia que tiene la detección temprana de trastornos auditivos en los niños recién nacidos.