Patricia Azuara.-
Cd. Victoria, Tam.-
Grave crisis por desabasto de medicamentos e insumos se registra en hospitales públicos de Ciudad Victoria. No tienen ni una gasa para curar una herida, y de medicinas, no cuentan ni con lo básico.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala que en Tamaulipas el 26.2 por ciento de la población está afiliada al Insabi, es decir, aproximadamente 730 mil personas se atienden en hospitales públicos, que hoy sufren carencia hasta de lo más elemental.
UN VERDADERO VIACRUCIS
En la Capital de Tamaulipas, el Hospital General de Ciudad Victoria y el Hospital Civil atienden pacientes de este municipio y alrededores.
Hay personas que llegan desde Ciudad Mante, Ocampo y Xicoténcatl, donde solamente para el pago de una ambulancia gastan alrededor de cuatro mil pesos.
En estos dos nosocomios, los afiliados deben comprar hasta sus bolsas de algodón, guantes y jeringas. Y de medicamentos no hay ni un paracetamol para calmar la fiebre. Los pacientes de enfermedades como diabetes e hipertensión tampoco cuentan con lo que por ley les corresponde.
Y qué decir de quienes atraviesan enfermedades críticas, están en terapia intensiva o requieren una operación. Todo el costo lo tiene que absorber sus familiares o corren el riesgo de perder la vida.
POBLACIÓN EN RIESGO
La crisis de los servicios hospitalarios en la Capital del Estado mantiene en peligro el derecho a la salud de los que menos tienen.
Y además, denunciaron, son víctimas de lo que parece ser una mafia por parte del personal de Salud, que comercializan con los medicamentos que compran pacientes.
Y es que, a decir de los familiares que pidieron el anonimato, médicos y enfermeras lucran con las aportaciones que realizan para sus pacientes, ya que suelen solicitar medicinas e insumos extras, para después revenderlos.
LA VOZ DE LOS USUARIOS
Al exterior de ambos hospitales se realizaron diversas entrevistas y se constataron los abusos y negligencias de las que son víctimas los derechohabientes, de parte de quienes tras esas batas blancas comercializan con su desesperación.
Por miedo a represalias, familiares de los pacientes prefirieron omitir sus datos, pero accedieron a platicar el viacrucis que padecen para conseguir el dinero que necesitan, mientras sus esposos, hijos, madres, amigos, se debaten entre la vida y la muerte en un camilla de hospital atendidos por médicos indolentes.
“Mi esposo está muy grave, en terapia intensiva, su médico me dijo, usted sabe si no trae los medicamento, aquí no se le va a poner nada. Y tienes que estar bien alerta, porque te roban tus medicinas o te las piden dobles y apenas juntamos lo que necesitamos”.
NO HAY NI PARACETAMOL
El Hospital General de Ciudad Victoria, que dirige Héctor Díaz, esta completamente enmontado, lo que representa un riesgo para quienes esperan al exterior, por la gran concentración de moscos y otros insectos.
“Compramos todo, parecetamol, omeprazol, hasta las agujas y todo con lo que te canalizan, sueros. Nosotros en cierta forma no batallamos, porque mi cuñado esta en el otro lado, pero hay mucha gente que veo aquí, batallan muchísimo, andan juntando los pesos”.
En cuestión de horas los pacientes llegan a gastar hasta 15 mil pesos, dinero que la mayoría no tiene y que debe conseguir a contrarreloj o pierden la vida.
“No hay nada, yo tengo a mi mamá internada, no tienen ni para operar, tengo que comprar gasas, guantes bisturí, todo. A mi mamá le colocaron un catéter, diario nos andamos gastando como dos mil pesos. Nos dicen que el Insabi no cubre varias enfermedades”.
“Estamos sufriendo mucho aquí afuera, no hay nada, tengo a mi hija, se alivió ayer. Nosotros pensamos que por el cambio de gobierno está pasando, pero tenemos la esperanza de que quien llegue haga las cosas diferentes. Ando como limosnera pidiendo dinero”.
EN EL CIVIL, LA MISMA HISTORIA
En el Hospital Civil, la historia es la misma.
“A mí me ayudan mis hermanas, pero estamos batallando, hay recetas de dos mil. Desde el sábado que me lo traje ha sido puro comprar, y me lo reportan bien la grave, aquí no hay nada de medicamentos, nada”.
“Estamos bien desesperados, ayer me pidieron unas inyecciones que aparte de que estaban caras, batallé para conseguirlas bastante y me lo reportan igual, lo tienen sedado”.
Familiares y pacientes claman por que se resuelva la situación y que les otorguen los servicios que por ley les corresponden. Hicieron un llamado a las autoridades para que acudan a ver la operación deficiente de los hospitales públicos.