Jaime Jiménez / Hora Cero
Reynosa, Tam.- Activistas de la frontera donde la población migrante ha causado un impacto severo, a raíz de incidentes y problemas sanitarios, solicitan ayuda del gobierno federal y la Guardia Nacional para que se brinden vigilancia en los albergues donde se refugian los extranjeros.
Fortino López Balcázar, presidente de la Asociación Internacional de los Derechos Humanos (AIDH) para la Defensa, Difusión, Promoción y Observancia, A.C., y el dirigente de los refugios Senda de Vida I y II, solicitan a la corporación federal una vigilancia permanente.
A la fecha son más de 2 mil migrantes que permanecen en ambos refugios y más de 8 mil que viven en la periferia, incluyendo aquellas personas que viven en casas de cartón, nailon, en el patio de un centro de salud y la Casa del Indigente.
Hace aproximadamente cinco años han estado arribando a esta ciudad de Reynosa, cientos de personas migrantes de diversas nacionalidades, entre ellas, Guatemala, Honduras, El Salvador, Perú, Venezuela, Haití, Rusia, Cuba, entre otras, actualmente hay aproximadamente 8 mil inmigrantes.
DE 8 MIL, 2 MIL 500 ESTAN EN LOS ALBERGUES
De las más de 8 mil personas que se encuentran esperando respuesta de su petición para asilo político, solamente se han admitido a unos 2 mil 500 personas, debido a que la capacidad de cada albergue es para 200 asistes, actualmente cada estancia está sobrepoblada.
Los migrantes que se encuentran afuera de Senda de Vida I y II, viven en condiciones vulnerables y no es lugar seguro ya que los robos, extorciones y secuestros están a la orden del día, entre otras condiciones de inseguridad que por lo regular no denuncian por temor a ser deportados.
URGE LA SEGURIDAD FEDERAL
Debido a la inseguridad que existe en los alrededores del refugio migratorio, Fortino López, recalcó que se requiere que esos lugares sean vigilados las 24 horas y por ser una zona federal, le compete a la Guardia Nacional brindar la máxima seguridad en esas zonas.
“Existe el problema de conductas ilícitas o faltas administrativas que se cometen dentro del albergue y cuando s ha llamado a la Guardia Nacional, a la Policía Estatal y al Ejército Mexicano, la primera ni siquiera contesta el teléfono y si lo hacer no acude al llamado, y la única autoridad que se ha preocupado y ha acudido al llamado es la Policía Estatal”.
Por los incidentes ocurridos ya en los refugios, como altercados con arma blanca, impedir salidas del autobús, problemas de basura, sanitarios, piden el apoyo de las autoridades federales principalmente a elementos de la Guardia Nacional para dar vigilancia en los albergues.