Patricia Azuara.-
Cd. Victoria, Tam.-
Estaba por cumplir 39 años de edad, buscaba desesperadamente a su hermana, quien fue víctima de secuestro. Sus fuerzas estaban volcadas en encontrarla, sin imaginar que estaba a punto de recibir dos lamentables noticias.
Un tumor maligno en el seno derecho que puso en peligro su vida y el cuerpo de su hermana en estado de descomposición; en menos de tres días, su mundo se derrumbó.
Dolores Martínez Hernández es sobreviviente de cáncer de mama. Sinónimo de fortaleza, lucha, fe y perseverancia. Su historia es un referente de que vencerse ante las adversidades no es una opción.
En su destino venían implícitos golpes fuertes, de los que renegó muchas veces, pero a los que hizo frente aun con el miedo que sentía a diario.
En 2016 recibió el diagnóstico: cáncer de mama. Meses atrás sintió algunos síntomas que desestimó, hasta que incrementó la fiebre y fue a realizarse la serie de estudios. Cuando el médico le dio noticia, su hermana tenía 23 días desaparecida.
“En ese momento yo estaba viviendo una pérdida de una hermana, a mi hermana se la llevaron de su trabajo, cuando a mí me dan el positivo mi hermana tenía 23 días desaparecida y tres días que la había encontrado, para mí fue muy difícil”.
“Estaba en estado de descomposición, yo no podía llorar, me sentía muy aturdida, estaba lo de mi hermana y lo de mi enfermedad, me quedé así, y me dije, como que no puedo, claro que voy a poder y voy a salir adelante, por mí, por mis hijos, mi marido, mi familia, por mi hermana”.
HAY HISTORIAS DE VIDA… SÍ, DE VIDA
Pero aun con todos los graves problemas, en su vocabulario jamás estuvo presente la palabra, rendirse. Lolis es una muestra de que el cáncer de mama detectado a tiempo se cura. En entrevista, aseguró que en esta enfermedad la salud mental, el pensar positivo y no perder la esperanza, es determinante para superar la prueba.
“Sentí miedo, pensé que me iba a morir, porque el cáncer para todos significa muerte. Eso es al principio, ya cuando empiezas a ver que la realidad es otra. Cuando tú llegas, llegas con miedo, pero vas conociendo bastante gente que se acercan a ti y que te empiezan a dar tu testimonio de vida y ves que unas ya tiene hasta diez años y dices sí se pude cuando se detecta a tiempo, el cáncer no es sinónimo de muerte”.
A Lolis se le abrieron todas las puertas necesarias para llevar a cabo su tratamiento gratuito y a cinco años tocó la campana, el momento más esperado, desde aquel día, cuando pensó que moriría.
“Yo le doy gracias a Dios, siempre he dicho que Dios abre puertas ante lo inimaginable. Yo llegué al Hospital General y en menos de un mes de mi diagnóstico me hicieron la cirugía y tenía todo. Mis doctores fueron ángeles, nos tratan como reinas, al poco tiempo que terminó el tratamiento me anoté para ver si era candidata a la reconstrucción, y bendito Dios en febrero del 2018, tenía un año que terminé mis radiaciones, me la hicieron y no pagué nada”.
Pidió a la gente no mirar con lástima a alguien que camina con turbante, para tapar la caída de cabello que provoca el agresivo tratamiento. Mejor seamos empáticos ante la situación que vivimos los pacientes de cáncer.
REDES DE APOYO
Hoy, Lolis y más sobrevivientes de cáncer tienen redes de apoyo, para solidarizarse con los pacientes antes, durante y después de la enfermedad.
“A quienes están en tratamiento, les digo que no tengan miedo, el cáncer no mata, es una prueba que Dios nos pone, pero claro que se supera. El cuerpo nos da señales y hay que detectarlas, y sobre todo hay que explorarse, un chequeo a tiempo puede salvar nuestra vida”.
EL CÁNCER DE MAMA, PRIMERA
CAUSA DE MUERTE EN LA MUJER
A nivel mundial, octubre se considera como el mes rosa porque es dedicado a crear conciencia y sensibilización sobre el Cáncer de Mama, es el más común y principal causa de mortalidad en mujeres de todo el mundo.
De acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se prevé que una de cada 12 mujeres enfermará de cáncer de mama a lo largo de su vida.
Razón por la cual, durante este mes se promueven campañas para aumentar la detección temprana, el tratamiento y los cuidados paliativos de esta enfermedad.
El cáncer de mama es una proliferación acelerada, desordenada y no controlada de las células del tejido mamario.
Es el tumor maligno más frecuente en mujeres y la primera causa de muerte por neoplasia en la mujer en el ámbito mundial, en América Latina y México.
Los factores de riesgo de mayor importancia son: ser mujer mayor de 40 años, tener un antecedente personal o familiar de cáncer de mama en madre, hijas o hermanas vida menstrual mayor de 40 años.
Ser portador de los genes BRCA1 o BRCA2, que el primer embarazo sea después de los 30 años y en contra parte mujeres que nunca se embarazaron, no haber amamantado.
Uso de Terapia Hormonal de reemplazo por más de 5 años, consumo excesivo de grasas de origen animal y carbohidratos, obesidad o sobrepeso, consumo excesivo de alcohol, sedentarismo y tabaquismo.
El cáncer de mama es una enfermedad silenciosa porque no siempre muestra signos y síntomas, razón por la que se recomienda que las mujeres se realicen una autoexploración física de la mama de manera frecuente para descubrir alguna anomalía y, a partir de los 40 años de edad, realizarse una mastografía cada año o dos años.