Antonio Campos / El Sol de Tampico.-
El intento de suicidio o aquellos consumados continúa agarrando fuerza entre la población estudiantil, ya que no solo lo jóvenes lo padecen, sino también un porcentaje significativo de niños, quienes requieren un tratamiento psicológico para enfrentar la soledad que les dejó el aislamiento social por los casi tres años de pandemia de covid-19.
El coordinador del Departamento de Urgencias de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Guillermo Rocha González, en su visita al sur de Tamaulipas, explicó que los problemas sociales, familiares y económicos terminaron afectando a toda la sociedad al grado que se dispararon los casos de intento de suicidios y aquellos consumados.
Menciona que el sector más vulnerable fueron los adultos jóvenes de entre los 24 y 39 años, sin embargo, dentro de las estadísticas de los expertos en la psicología se determinó que se desprende otro subgrupo de adolescentes de 15 a 24 años.
Motivo por lo que cobra fuerza el que los nuevos especialistas de la salud estén mejor preparados para poder afrontarlos, y qué mejor forma que a través de conferencias y talleres que les permite empaparse de las nuevas herramientas que ofrece el entorno.
Principalmente al presentarse por motivo de los más de tres años de pandemia de covid-19, los intentos de suicidio así como un gran número de consumados en menores de edad, quienes fueron abrumados por los problemas familiares y optaron por tener como escape el quitarse la vida.
“Tenemos lamentablemente muchos niños y niñas con intentos o con suicidio consumados, un punto característico es que para ellos el concepto de muerte es diferente, porque llegan a pensar que “muere hoy, pero mañana vuelven a vivir, o que morir solamente es irse al cielo con diosito a un lugar mejor”.
Guillermo Rocha González destacó que de ahí cobra fuerza la importancia de que los padres o tutores se sienten a hablar con sus hijos para darles a conocer el verdadero concepto de la muerte y no crean que todo lo que ven en las caricaturas y los juegos terminan siendo una realidad.
“Hay que darle a conocer y explicar y escuchar sobre todo las ideas y fantasías que tienen en torno a esto y bueno, hacerle entender que la muerte es algo determinante, porque a veces lo confunden con las caricaturas, que muere, pero tengo otra vida”.
Ya que, de acuerdo al especialista, el intento de suicidio o aquellos consumados continúa agarrando fuerza entre la población estudiantil, ya que no solo los jóvenes lo padecen, sino también un porcentaje significativo de niños, quienes requieren un tratamiento psicológico para enfrentar la soledad que les dejó el aislamiento social por los casi tres años de pandemia de covid.
