LONDRES, Reino Unido, octubre 25 (Agencias)
La pasión de Isabel II por los caballos fue tal que Emma, su caballo favorito, estuvo presente, acompañado por su mozo de cuadra el pasado 19 de septiembre en el funeral de la soberana.
Además de montar, algo que hizo hasta poco tiempo antes de fallecer, la Reina era una de las criadoras de ejemplares de carreras más expertas y prestigiosas del país. Sin embargo, con su fallecimiento, el rey Carlos ha tomado una decisión no muy aceptable.
Y es que al morir Isabel II, fue él quien se convirtió en el heredero de la fantástica colección de caballos de su madre, por lo que decidió poner en venta a 14 de esos equinos de competición. Algo que los fanáticos de las carreras de caballos sin duda aprovecharán.
La subasta será a través de la casa Tattersalls, según ha informado la BBC. En el lote se incluye a Love Affairs, entrenado por Clive Cox de Lambourn, en Berkshire, que fue el último ganador de la Reina en el hipódromo de Goodwood dos días antes de su muerte.
Aunque pueda parecer extraño que el Rey quiera desprenderse de parte de un legado tan significativo de su madre, un portavoz de la casa de subastas ha dicho que realizar este tipo de ventas “no es nada fuera de lo común”.
A pesar de que este paso del monarca pueda parecer “fura de lugar”, no hay nada más lejos de la realidad, ya que Carlos III solo se estaría comportando como el resto de los propietarios, pues la misma Isabel II se dedicaba a vender parte de sus equinos.