Rogelio Rodríguez Mendoza.-
Cd. Victoria, Tam.-
El auditor superior del Estado, Jorge Espino Ascanio, defendió su trabajo de fiscalización del gasto público al asegurar que las cuentas públicas se analizan minuciosamente y no se entregan informes al “vapor”.
Admitió que, el proceso de auditoría es lento, pero se debe a que los términos constitucionales marcan la pauta del procedimiento, y le concede plazos a los sujetos obligados para que aclaren las observaciones que se les hacen.
“Nosotros auditamos, pero no hay un término rápido. Ahorita todavía estamos auditando el 2021 y todavía me queda de tiempo hasta febrero del 2023 para poder entregar el último paquete del 2021”, expuso.
Precisó que, las revisiones tardan meses porque “los términos constitucionales son largos y no se revisa nada en un mes, porque en la práctica no es posible”, los municipios entregan un corte de caja mensual y los organismos y dependencias de gobierno entregan un informe trimestral, lo que permite revisiones casi en tiempo real.
“Eso nosotros lo vamos revisando mes con mes y vamos preparando la auditoría del año que entra, así que cuando llega enero o febrero ya hacemos una planeación, ya traemos una idea de lo que hay y esperamos al 30 de abril, que se entregue la cuenta pública para cruzar información y ver que no haya diferencias contra lo que se fue entregando en el año”, detalló.
Espino Ascanio reiteró que las revisiones son exhaustivas porque así lo mandata la ley.
Negó que haya retraso en el proceso de revisión de cuentas públicas porque los informes finales se entregan a tiempo al Congreso del Estado.