Alfredo Guevara.-
Cd. Victoria, Tam.-
El envío de remesas de Estados Unidos a México podría tener una caída de por lo menos un 50 por ciento, si la economía estadounidense entra en una recesión a partir de enero del 2023, confirmó Jorge Lera Mejía.
El Vicepresidente de la Liga de Economistas Revolucionarios en la zona noreste del país consideró que de 300 dólares que se envía por familia, con la desaceleración del Producto Interno Bruto de EU solamente estarían llegando en promedio 150.
Y es que desde inicios de este año, la economía de los Estados Unidos ha sufrido una serie de traspiés, que con el paso de los meses va en vías de una recesión amplia y una inflación descontrolada, superando tasas del nueve por ciento anual, similar al camino por el que va México.
“Si cae la economía de Estados Unidos en una recesión no tendrá crecimiento del Producto Interno Bruto, o lo tendrá, pero negativo, reflejándose en la industria, el comercio, servicios, agricultura, que lo llevaría a ingresar a una fase recesiva y por lo tanto, el primer paso sería despedir trabajadores”, comentó.
Lera Mejía estimó que esos serían los sectores de mayor impacto, donde los mexicanos migrantes con buen nivel de ingreso tendrían de entrada una pérdida del poder adquisitivo, del promedio mensual de ingresos que tienen, que va desde los mil 500 hasta los tres mil dólares.
Quienes conserven la fuente de empleo en la recesión ya no tendrían la misma capacidad de ahorro y, por lo tanto, ya no estarían enviando la misma cantidad de remesas a sus familias en México y, por ende, lo que enviaran sería menos de lo que estaban haciendo llegar.
El economista precisó que los mexicanos que realizan alguna actividad productiva en los Estados Unidos mantendrían el envío de remesas, pero ya no sería en las mismas cantidades.
Recordó que el ingreso mensual que están teniendo los connacionales es histórico, toda vez que se trata de salarios que van desde los 30 hasta los 90 mil pesos, algo que en su vida llegaron a pensar que lo ganarían en México
No obstante, ante una posible recesión de la economía de los Estados Unidos, o bien serían despedidos o no tendrían la misma capacidad de ahorro para enviar como remesa a sus familiares en México.