Rogelio Rodríguez Mendoza / El Diario Mx
Cd. Victoria, Tam.- “Prohibir los agroquímicos sería como prohibir los medicamentos controlados”, advirtió la Unión Regional Agrícola de Tamaulipas (URAN), al reiterar su preocupación por la intención de legisladores federales de aprobar una iniciativa de decreto que busca impedir el uso de plaguicidas en el campo mexicano.
Agustín Hernández Cardona, presidente de la organización agrícola más importante de Tamaulipas, sentenció que prohibir el uso de los agroquímicos provocará que la producción de granos en la entidad disminuya en un promedio del 40 al 60 por ciento, lo que originará una crisis alimentaria.
Dijo que, los argumentos de quienes impulsan la iniciativa, actualmente en discusión y análisis en la cámara de senadores, es que contaminan el medio ambiente y pueden ser letales para las personas, lo cual es absurdo porque de ser así la población mundial no hubiera crecido al ritmo que lo ha hecho.
“En 1800 la población global era de un mil millones de habitantes y actualmente somos 7 mil 900 millones en el mundo” precisó.
Reiteró que, prohibir los agroquímicos sería tanto como prohibir los medicamentos controlados, lo cual ocasionaría muchas muertes, por lo que no tiene lógica la acción legislativa que se analiza.
“Quienes impulsan la prohibición satanizan los plaguicidas porque están diciendo que te puedes morir, lo cual es cierto pero si le echas un trago. Los riesgos dejan de existir cuando los agroquímicos se manejan con las precauciones necesarias como se ha hecho siempre” mencionó.
“La semana pasada tuvimos una reunión con las presidentas de las comisiones legislativas de agricultura, medio ambiente y de salud, y el acuerdo fue que se realizaría un parlamento abierto para consultar a la sociedad. Ya se hizo el primer evento, en el que participaron científicos, y hasta dónde sabemos la balanza se inclina a nuestro favor. Esperamos poder frenar esa iniciativa porque sería de graves consecuencias para la agricultura, pero también para el país en general” mencionó.
Dijo que prohibir el uso de agroquímicos dejará indefensos a los agricultores y citricultores para combatir las plagas, porque la alternativa que ofrecen es a través del uso de bioinsumos orgánicos, pero el problema es que no hay suficientes productos en el mercado mexicano y además son muy caros.
“Eso impactaría inevitablemente en los costos de producción y como consecuencia ese encarecimiento lo tendría que pagar el consumidor final. Obviamente también habrá una crisis alimentaria” insistió.