El senador Ricardo Monreal aseguró que el análisis que haga el Senado de la Reforma Electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador será responsable y serio, y no se avalarán regresiones para la democracia.
“Hacer las cosas bien es escuchar; hacer las cosas bien es precisamente hacerlas bien, escuchando y consensando, no imponiendo y no incursionando en regresiones o conquistas ciudadanas”, señaló el presidente de la Junta de Coordinación Política en conferencia de prensa.
Después de la marcha del domingo pasado en defensa de la autonomía del Instituto Nacional Electoral (INE), el líder de Morena en el Senado de la República reconoció que una parte de México que expresó su rechazo a la reforma propuesta por el presidente y tiene que ser escuchada en el Poder Legislativo.
Señaló que si la Cámara de Diputados aprueba la reforma en el Senado se escuchará a los distintos sectores de la sociedad y que lo que se avale será “para bien del país, de la transparencia y de la democracia es lo que haremos, por eso les garantizo que vamos a hacer bien las cosas”.
Monreal se reunió este lunes con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, en la que hablaron de las reformas pendientes.
“Fue una reunión amable, amistosa, fue una reunión respetuosa y revisamos la agenda del Poder Legislativo y el interés que ellos tienen sobre algunas materias, que obviamente nosotros analizaremos con cuidado y con autonomía”.
Señaló que hablaron de la Reforma Electoral sobre la que le dijo que el Senado hará un estudio minucioso y serio de lo que, en la Cámara de Diputados se apruebe.
“En el Senado habremos de hacer las cosas con seriedad y con responsabilidad constitucional. No vamos actuar de manera improvisada, no vamos a actuar de manera precipitada, no vamos a actuar de manera irreflexiva; vamos a actuar con mucha seriedad, así es que no debe de preocuparse la población, se los aseguro”.
El jefe del Ejecutivo federal impulsa una Reforma Electoral que busca crear el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC) para sustituir al INE, órgano autónomo que surgió para quitar el control de las elecciones al Gobierno.
Con la reforma también se eliminarían 200 diputados y 32 senadores, reduciría el financiamiento de los partidos políticos y redefiniría el concepto de «propaganda» para que el Gobierno se pronuncie durante las elecciones, disposiciones criticadas porque favorecerían al actual partido en el poder.
Por ser una reforma constitucional, el Gobierno necesita conseguir dos tercios de los votos del Senado y de la Cámara de Diputados, por lo que requiere el respaldo de la oposición, pero el presidente descartó negociar o modificar su propuesta.
Con información de: nmas.com