mayo 4, 2024
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noviembre 25, 2022 | 150 vistas

Patricia Azuara.-

Cd. Victoria, Tam.-
Cada 25 de noviembre se conmemora, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, fecha en la que se denuncia la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación.

La convocatoria fue iniciada por el Movimiento Feminista Latinoamericano en 1981, en conmemoración de la fecha en la que fueron asesinadas, en 1960, las tres hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), en la República Dominicana.

De enero a septiembre del 2022, en Tamaulipas se ejecutaron 15 feminicidios y ocupa el lugar número 18 a nivel nacional en este delito.

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública detalla que 34 mujeres fueron víctimas de homicidio doloso.

La entidad esta en el lugar número 12 en violencia familiar, con seis mil 022 casos de enero a septiembre, lo que sitúa a Tamaulipas arriba de la media nacional en este delito.

DATOS TAMAULIPAS

En la entidad fueron violadas 421 mujeres en lo que va del año. Es decir, un promedio de 46 mujeres cada mes, sufre delito.

Este día grupos de feministas se manifestarán en diferentes municipios de Tamaulipas y a lo largo y ancho de la República Mexicana habrá marchas para exigir un freno a los delitos con el sector.

DESDE LA ONU

Para la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la violencia contra las mujeres y las niñas es preocupante. Datos de este organismo una de cada tres mujeres se ve afectada por algún tipo de violencia de género y cada once minutos una mujer o niña muere asesinada por un familiar.

Hace cinco años, el movimiento #MeToo, fundado por Tarana Burke en 2006, provocó una movilización mundial que manifestó la urgente necesidad de prevenir y responder a la violencia contra las mujeres. Otros movimientos en todo el mundo como #NiUnaMenos, #BalanceTonPorc, #TimesUp entre muchos otros, también catalizaron el cambio, detalla la ONU.

Desde entonces, hay una sensibilización y un impulso sin precedentes para poner este tipo de violencia sobre las mesas de las agendas gubernamentales, con leyes y políticas, servicios esenciales y estrategias de prevención.

Pero al mismo tiempo se produce un incremento de los movimientos antiderechos, incluidos los grupos antifeministas.

ÚNETE

Esto provocó la reducción del espacio reivindicativo, una reacción contra las organizaciones de derechos de las mujeres y un aumento de los ataques contra estas activistas.

“Apoyar e invertir en organizaciones y movimientos feministas fuertes y autónomos es fundamental para acabar con este tipo de violencia, de ahí que el tema de este año sea ¡ÚNETE! Activismo para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas”, exhortó la ONU.

La violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo actual sobre las que apenas se informa debido a la impunidad de la cual disfrutan los perpetradores, y el silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas, aseguró el organismo.

Para mayor clarificación, la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer emitida por la Asamblea General de la ONU en 1993, define la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”

EFECTOS PSICOLÓGICOS

Los efectos psicológicos adversos de la violencia contra las mujeres y niñas, al igual que las consecuencias negativas para su salud sexual y reproductiva, afectan al sector en toda etapa de sus vidas.

“Por ejemplo, las desventajas tempranas en materia de educación no solo constituyen el obstáculo principal para alcanzar la escolarización universal y hace cumplir el derecho a la educación de las niñas, luego también le restringe el acceso a la educación superior a la mujer y limita sus oportunidades de empleo”.

Aunque todas las mujeres, en todas partes del mundo, pueden sufrir violencia de género, algunas mujeres y niñas son particularmente vulnerables.

Para la ONU, las niñas y las mujeres mayor violencia son las mujeres que se identifican como lesbianas, bisexuales, transgénero o intersex.

Las migrantes y refugiadas, las de pueblos indígenas o minorías étnicas, o mujeres y niñas que viven con el VIH y discapacidades, y aquellas en crisis humanitarias.

“La violencia contra la mujer sigue siendo un obstáculo para alcanzar igualdad, desarrollo, paz, al igual que el respeto de los derechos humanos de mujeres y niñas. Lo que es más, la promesa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de no dejar que nadie se quede atrás, no podrá cumplirse sin primero poner fin a la violencia contra mujeres y niñas”.

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