Al menos 12 personas han desaparecido tras un corrimiento de tierra que ha arrasado decenas de viviendas en la isla italiana de Isquia, en el golfo de Nápoles, mientras el Gobierno se mantiene a la espera de verificar el número de víctimas mortales. El lugar más afectado ha sido el municipio de Casamicciola Terme, que acabó medio sumergido durante la noche por las lluvias torrenciales.
Aunque el ministro de Infraestructura y Transportes, Matteo Salvini, había estimado que el deslave ha dejado al menos ocho fallecidos, el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, descartó por el momento dar una cifra concreta hasta que avancen un poco más las tareas de rescate.
«Las operaciones están discurriendo con dificultad porque las condiciones climáticas son muy exigentes. Estoy en estrecho contacto con la primera ministra Giorgia Meloni, y mis compañeros ministros. Estamos ante una situación muy grave, y en evolución», según declaraciones de Piantedosi recogidas por el diario Il Messaggero.
Tampoco el prefecto de Nápoles, Claudio Palomba, ha querido dar informes de fallecidos, aunque sí ha confirmado el número de desaparecidos.En las últimas horas ha sido encontrada una familia con un recién nacido a los que se daba por perdidos, y ahora mismo están recibiendo tratamiento médico.
