Durante un minuto y 40 segundos, los restos del primer actor mexicano Héctor Bonilla (1939-2022) recibieron aplausos de pie al inicio del homenaje póstumo que le rindió su familia, las autoridades de la Secretaría de Cultura y sus seguidores en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes.
Una enorme foto del nacido en la Ciudad de México y quien falleció el 25 de noviembre pasado a los 83 años de edad a consecuencia del cáncer en el riñón derecho, engalanó al máximo recinto de las artes en México.
En las escaleras centrales y rodeada de flores, la urna con sus restos, resguardada por su amada esposa, la también actriz, escritora y productora Sofía Álvarez, así como por Sergio y Leonor, los hijos que tuvo con Socorro Bonilla, y Fernando, el menor, pero el de mayor estatura, hijo de su última esposa. Además, en primera fila, sus nietos, entre ellos el joven actor Demetrio Bonilla, hijo de Fernando.
Su familia tomó la palabra para hablar del actor, escritor, compositor y productor mexicano. Su esposa Sofía Álvarez, quien fuera la única y última preocupación de Héctor Bonilla.
“Durante cuatro años y cuatro días pensaba con terror en que este día llegaría. Hoy estoy aquí, arropada por amigos entrañables, nuestros hijos, nietos. Héctor en alguna parte me estará diciendo: ‘Sofi, te toca’. Y hoy toca agradecer este largo y complicado proceso que nos permitió conocer, dentro del sistema de salud, público y privado, a personas maravillosas que hicieron amable el camino.
“Gracias por sus sonrisas, por sus ‘buenos días don Héctor, va a ver que todo va a estar bien’. Gracias por sus apapachos y abrazos hacia mi persona, pero, sobre todo, gracias a ti Héctor, por tu buen humor, por tu enorme esfuerzo y disciplina de todos los días, por tu inmenso amor a tus amigos. Muchas gracias por estos cuatro años extra que me regalaste”, expresó conmovida Sofía Álvarez, de 64 años.
Con información de: milenio.com