Patricia Azuara.-
Desde agosto, la Piñatería “Crearte” se preparó para ofrecer el elemento más esperado por los niños en una pasada: La Estrella de Siete Picos hecha de cartón y coloridos papeles, que destruyen con un palo de madera.
Y es que tras dos años de confinamiento, por fin regresaron las tradicionales posadas navideñas, y con ello los preparativos inician con anticipación. Pero además esta es una de las temporadas más esperadas por los comerciantes que se dedican a la elaboración de piñatas.
Juan Serna, propietario de la Piñatería “Crearte” ubicada en el 11 y 12 Boulevard Luis Echeverría en la colonia Mainero en Ciudad Victoria, tiene poco más de seis años con el negocio, que es el sustento de su familia.
“Tenemos aproximadamente seis años trabajando lo que son las piñatas navideñas y todo el año realizamos piñatas de diferentes personajes”.
CON MESES DE ANTICIPACIÓN
En entrevista para El Diario de Ciudad Victoria, platicó que inició desde agosto con la elaboración de los globos envueltos en periódico y sellados con engrudo, que es la base de las piñatas que ofrece, para evitar accidentes con productos como carrizo y ollas de barro.
Pero este tipo de piñatas se tiene que poner a secar con los intensos rayos de sol del verano, por lo que desde entonces armó las bases de las enormes estrellas coloridas que ofrecerá a sus clientes.
“Están hechas de globos, en cuestión el armado, es puro cartón, globo, no hay nada peligroso para que los niños salten a los dulces, no haya accidentes, sin carrizo por la seguridad”.
“El globo se empieza a hacer desde meses anteriores, se van acumulado para aprovechar los tiempos que dé sol para poder armar. Ya el decorado, si es un poco más rápido, venimos empezando como desde agosto”.
Y aunque la inflación aumentó la materia prima desde un 30 hasta cien por ciento, tratan de mantener precios que estén al alcance de los bolsillos de los victorenses. Una piñata de 80 centímetros cuesta 250 pesos, pero también elaboran hasta de dos metros con precios que van desde los mil pesos.
“Sí hay pedidos con anticipación ya tenemos tiempo trabajando en esto, nos conocen y han pedido piñatas, ya tenemos respuesta de los clientes”.
“Las piñatas aumentaron un poco de precio, más que nada por los precios del material, sí nos afectó bastante que en años anteriores todo subió, sí nos vimos afectados, tratamos de dar los mismos precios”.
HAY QUE MANTENER VIVA LA TRADICIÓN
El comerciante recordó la importancia de mantener vivas las tradiciones mexicanas, y de transmitir a los niños el valor real de la época navideña, tiempo de reflexión y reconciliación.
“Más que nada tratar de convivir, hemos pasado cuestiones de pandemia, nos alejamos de lo que son las familias, reuniones, tenemos un poco más de oportunidad de juntarnos y tratar de no romper las tradiciones que nos han enseñado”.
Y al ser el sustento de su casa, el mes de diciembre es el más esperado del año, ya que las ventas se incrementan hasta un 80 por ciento, dijo.
“Es una temporada que para nosotros es benéfica, somos comerciantes, no tenemos otro ingreso, de otro lado, en cuestión de dinero, esto es una ayuda para nosotros, más que nada de aquí pasamos la fiesta decembrina”.
Celebró que las restricciones que exigió la pandemia ya fueron eliminadas, por eso permitirá las fiestas y reuniones, en los hogares, escuelas y empresas.
“Con esto que ya hay menos restricciones en las escuelas, eso nos beneficia, a todos los comerciantes más que nada porque ya no hay muchas limitantes y se pueden hacer posadas. Dos años sin posadas en las escuelas si nos afecta, ahorita este año tenemos un poco más de libertad”.
LAS POSADAS
Las Posadas son fiestas populares que ya se expandieron más allá de México: en Honduras, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua y Panamá, durante los nueve días antes de la Navidad, es decir, del 16 al 24 de diciembre.
Estas fiestas recuerdan a las personas el peregrinaje de María y José desde su salida de Nazaret hasta Belén, donde buscan un lugar para alojarse y esperar el nacimiento del niño Jesús.
A este novenario es usual que se le agreguen una serie de tradiciones y celebraciones no religiosas. En Colombia, Venezuela y Ecuador se celebra la Novena de Aguinaldos, fiesta religiosa muy similar.
LA PIÑATA, SÍMBOLO
La piñata que se usa en las Posadas es una artesanía elaborada con una olla de barro, globo o cartón, cubierta de papel maché y adornada de múltiples colores.
Las piñatas datan de tiempos prehispánicos en tierras aztecas donde, a manera de culto festivo a sus dioses, representaban la abundancia y los favores concebidos por ellos.
Originalmente, durante la celebración de cumpleaños del dios azteca de la guerra, Huitzilopochtli, se hacían vasijas y esculturas de arcilla huecas con la forma de sus dioses.
Según el simbolismo católico adoptado en la Nueva España, la piñata tiene la forma de una estrella de siete picos, cada uno representa un pecado capital, que con sus vivos colores y oropeles seduce al alma inocente, para llevarla al pecado.
La persona con los ojos vendados representa al creyente que con la virtud teologal de la fe, esta virtud se suele representar así en la iconografía católica, vence al pecado recuperando el don sobrenatural de la gracia, dones de Dios necesarios para alcanzar la salvación, representados por la caída de frutas y dulces.