Fahara Mercado.-
Cd. Victoria, Tam.-
A casi quinientos años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe en la Ciudad de México, el fervor de los fieles católicos sigue año con año viviéndose de una forma muy singular.
Las muestras de fe en este 12 de diciembre se viven a flor de piel en el Santuario de la Virgen de Guadalupe en Ciudad Victoria.
Semanas atrás, el atrio del Santuario recibe a cientos de peregrinos de las diferentes parroquias y capillas de la Diócesis, el sonido de los tambores y cascabeles van inundando las calles aledañas y la gente expectante sale a su encuentro.
PEREGRINOS NO PARARON DE LLEGAR
Las puertas del Santuario permanecen abiertas durante todo el día, hora tras hora llegan las peregrinaciones con cantos, danzantes, niños, jóvenes, sacerdotes.
Los banderines coloridos enmarcan una de las celebraciones que se viven con más fervor por los católicos.
Previo al 12 de diciembre el recinto se convierte en un ir y venir de personas, la plazoleta es una fiesta donde el fondo constante es el tambor de los matachines.
La gente se reúne alrededor de los danzantes y otros aprovechan la venta de antojitos para convivir.
Cada parroquia de la Diócesis peregrinó y participó de la celebración de la misa.
El once de diciembre a las 22:00 horas el Obispo de la Diócesis, Monseñor Oscar Tamez Villarreal, presidió la ceremonia en las escalinatas del Santuario, que por dos años no había tenido actividad por la pandemia de covid.
Los fieles llenaron las escaleras y los jardines laterales, el atrio de la iglesia y el patio trasero, donde a través de pantallas pudieron vivir la celebración.
EL FUEGO GUADALUPANO
Al inicio de la celebración se dio la bienvenida al fuego guadalupano, grupo de jóvenes que desde la Basílica de la Ciudad de México trasladaron la tradicional antorcha.
En su mensaje, Tamez Villarreal recalcó el privilegio que tiene el pueblo mexicano de tener las apariciones de la Virgen.
“María en la advocación de la Virgen de Guadalupe, es la madre del pueblo de México, con ninguna otra nación ha hecho cosa igual, María nos vino a hablar al pueblo de México para que pudiéramos descubrir la fe del verdadero Dios por quien se vive”.
La fiesta de La Guadalupana cerró con fuegos artificiales, mariachi y Las Mañanitas.
