abril 27, 2024
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diciembre 13, 2022 | 280 vistas

Por José del Carmen Perales Rodríguez.-

Cd. Victoria, Tamaulipas.- «Ya llegó el tiempo», fueron las primeras palabras de Arnulfo Rodríguez Treviño, tras rendir protesta como secretario general de la Sección 30 del SNTE, ante cientos de afiliados que atestiguaron su histórica repetición en el cargo, la primera a nivel nacional.

Acompañado por el gobernador Américo Villarreal Guerra, así como por los representantes de la dirigencia sindical nacional, Carlos Gutiérrez García y Jorge Miguel Cota Katsenstein, legisladores locales y alcaldes.

En su primer mensaje al frente por segunda ocasión de la Sección 30, Rodríguez Treviño recordó se comprometió: «Voy a echar mi resto, para volver a poner a los maestros en el lugar que debemos tener los maestros de Tamaulipas y el cumplimiento con nuestro deber de educar».

Subrayó que al igual que su primer gestión en 2007 en ésta no tuvo padrinos, «el único padrino fue Dios y el trabajo de los profes»; comentó que contra todos los pronósticos ganó, «pero en aquella ocasión incluso entregué planilla de unidad».

En ese contexto el dirigente magisterial mencionó que al igual que en 2007 en esta ocasión ganó la democracia, «dijeron que no me iba a dejar llegar (Alfonso) Cepeda, que no habría democracia en la 30 y aquí estoy, soy el primer maestro que ha sido dos veces dirigente de su sección».

Al dirigirse al gobernador Villarreal Guerra, a quien agradeció su presencia, el secretario general de la Sección 30 del SNTE le reafirmó que como gremio son recíprocos, por lo que en la medida que sean atendidas sus demandas la respuesta se multiplicará.

«Doctor ayúdenos, nosotros somos tan recíprocos que si usted nos da el 20 nosotros le damos 80 y si nos da el 30 le damos el cien. No hay necesidad que anden detrás de nosotros, valórennos y ahí estamos», precisó.

En la parte final de su mensaje, Rodríguez Treviño saludó a la diputada local Alejandra Cárdenas Castillejos, que lo acompañó en el presidium, «ella es nieta nada más que de don Enrique Cárdenas González, un señorón».

Concluyó mencionando «soy un hombre de fe y en mi padrino Dios, aparte de que estoy preparado pero si él no me hubiera ayudado, no hubiera ganado».

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