Manchester City y Liverpool dieron carpetazo al Mundial en los octavos de la Carabao completando un duelo lleno de alternativas, goles… Un regalo antes de Navidad de los dos cocos de la Premier.
No notaron el parón qatarí. El mes y medio sin fútbol no se les atenazó ni a sky blues ni a reds. Jugaron un choque de alta intensidad, corriendo de área a área como sucede en cada uno de sus clásicos que siempre están cargados de goles.
Un partidazo para reencontrarse con el mejor football. Juntaron niños -Lewis, Bajcetic…- con estrellas -Salah, Haaland…- para su primera guerra postMundial y la mezcla fue un éxito. No se dejaron nada dentro.