El velatorio de Pelé, fallecido el pasado jueves a los 82 años, comenzó este lunes para que los aficionados brasileños rindan homenaje al mítico delantero, considerado por muchos el mejor futbolista de la historia.
La ceremonia se celebra en el césped del estadio Vila Belmiro, en la ciudad de Santos, donde “O Rei” jugó como local la mayor parte de su carrera deportiva, con la presencia del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y de otras personalidades del mundo del fútbol.
Las exequias, con el féretro abierto, comenzaron con cinco minutos de retraso con respecto al horario previsto, con la apertura de puertas a los aficionados que deseaban dar el último adiós al tricampeón mundial.
Antes de ese horario, Edinho, hijo de Pelé, y el exjugador Zé Roberto cargaron el ataúd, ayudados por personal del Santos, hasta una carpa situada en el centro de la cancha, un espacio que está reservado para los familiares.
Una segunda carpa, ubicada en paralelo, sobre la línea del área grande, está dedicada a las autoridades del mundo del fútbol y la política.
Los aficionados entraron por una puerta lateral y se acercaron al féretro por una pasarela ubicada a unos pocos metros de la carpa principal, mientras en la megafonía del estadio se oía una canción de samba llamada “Eu sou Pelé” (yo soy Pelé), interpretada por el exjugador.