Fue una noticia que conmocionó al mundo: el futbolista iraní Amir Nasr Azadani corría serio riesgo de ser ejecutado por haber participado activamente en las protestas antigubernamentales de noviembre pasado a raíz de la muerte de la joven Mahsa Amini, quien estaba bajo custodia por violar el código de vestimenta islámico.
Este lunes se confirmó que no sería así. Igualmente, Azadani enfrentará un duro castigo. La justicia lo condenó a 26 años de prisión, imputado por «incurrir en delitos contra el orden público, reunirse y conspirar para vulnerar la seguridad del país», además de cometer moharebé, «un delito contra Dios», según informaciones de la cadena ‘Iran International’.
Azadani era uno de los condenados luego de la manifestación del 16 de noviembre, cuando tres miembros de las fuerzas de seguridad murieron durante un incidente registrado en la provincia de Isfahán. Por ese motivo, tras quedar apresado, enfrentaba una posible sentencia de muerte en la horca, pero finalmente pudo zafar.
El nombre del jugador de 26 años, un ignoto defensor del FC Iranjavan Bushehr de la tercera división del futbol iraní, apareció en los diarios de todo el mundo el pasado 12 de diciembre y la noticia de su posible ejecución no pasó desapercibida, más allá de que la definición del Mundial de Qatar se robaba la atención por aquellos días.
Diferentes personalidades del mundo del deporte. y también algunas de otros ámbitos, manifestaron su repudio a la posible ejecución. Hubo, incluso, una movilización en redes sociales de gran número de usuarios que entendían a esta condena como impropia para los tiempos que corren.
El sindicato internacional de jugadores (FIFPRO) había pedido «la eliminación inmediata de su castigo», al igual que se expresaron en ese sentido distintos organismos ligados a los derechos humanos.
“FIFPRO está conmocionado y asqueado por los informes de que el futbolista profesional Amir Nasr-Azadani se enfrenta a la ejecución en Irán después de hacer campaña por los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país», comienza diciendo el posteo que publicaron en la cuenta oficial de Twitter.
“Nos solidarizamos con Amir y pedimos la eliminación inmediata de su castigo”, concluye.
Irán había ejecutado en público, algunos días atrás, a dos manifestantes que habían sido detenidos durante las protestas por la muerte de Amini. Y eso hacía pensar que Azadani podía correr la misma (mala) suerte.
El primero, Majid Reza Rahnavard, de 23 años, apareció ahorcado el pasado 12 de diciembre en una grúa en Mashad, acusado de haber matado a puñaladas a dos miembros de la milicia paramilitar Basij. Días atrás, Mohsen Shekari, también de 23 años, fue ejecutado por haber herido con un arma blanca a un paramilitar basiyí.
Lo que genera aún más horror es que a Rahnavard, quien era un referente en este tipo de movilizaciones, «se le negó el acceso a un abogado». Así lo expresó, vía Twitter, la abogada iraní especializada en derechos humanos Shadi Sadr, cofundadora de la ONG Justicia para Irán. «Se le designó un abogado de oficio, quien se puso del lado de la acusación y se le aplicó la pena de muerte antes de que su familia pudiera apelar», agregó Sadr.
Rahnavard, Shekari y el futbolista Azadani son solo algunos nombres de los miles que se movilizaron en repudio por el asesinato de Amini, de 22 años, quien no llevaba bien puesto su velo y murió en custodia.
Si bien el Gobierno afirma que falleció por problemas de salud, testigos aseguran que las fuerzas de seguridad la golpearon brutalmente cuando se encontraba dentro del móvil policial en el que la llevaron a un centro de detención.
Con información de: clarín.com
FIFPRO is shocked and sickened by reports that professional footballer Amir Nasr-Azadani faces execution in Iran after campaigning for women’s rights and basic freedom in his country.
We stand in solidarity with Amir and call for the immediate removal of his punishment. pic.twitter.com/vPuylCS2ph
— FIFPRO (@FIFPRO) December 12, 2022