Agencias.-
En los últimos años, los filmes mexicanos se han hecho resonar un poco más debido a los temas que tocan y que resaltan no solo el talento mexicano, sino también sus tierras, ejemplo de ello es “Ruido”.
Se trata de una cinta-documental que forma parte de la iniciativa #QueMéxicoSeVea. Esta iniciativa abraza de una manera casi natural el México que todos conocemos con una colección de grandes historias.
Para el desarrollo de la historia de “Ruido”, se tomaron como escenarios distintos municipios de San Luis Potosí como Río Verde, Ciudad Fernández, Cárdenas, Villa de Reyes y Tamasopo, lugares que fueron elegidos para que el guión cobrara vida.
¿DE QUÉ TRATA ‘RUIDO’?
La temática no es un tema ajeno, no es algo nuevo y que desconozcamos, pues resalta la desaparición forzada y la labor diaria de las madres buscadoras de México, que más que un guión de ficción pareciera un documental, pues busca justo eso, visibilizar a las madres que día con día buscan a sus familiares.
No podrás evitar que la piel se te ponga chinita al saber que las actrices que dan vida a las madres buscadoras son justamente eso, un grupo real de madres buscadoras que han luchado y vivido en carne propia esta cruda historia.
SINOPSIS
“La búsqueda de su hija desaparecida conduce a una madre a una red de apoyo, donde establece vínculos con otras mujeres cuyas vidas han sido destruidas por la violencia”, indica la propia plataforma de Netflix, algo parecido a lo que ya hemos visto en “Sin señas particulares”.
En sí, la película narra las circunstancias que vive Julia, una madre que lleva nueve meses en la búsqueda de su hija Ger, como ella le llama, y los problemas que afronta, pues no hay un camino fácil que pueda seguir.
CONEXIONES TAMAULIPECAS
Si bien no es algo para presumir, lo cierto es que en nuestro Estado el tema de las desapariciones no pasó desapercibido, por eso en la película aparecen mujeres que buscaron a sus hijos extraviados en la sierra de Ciudad Mante; se trata de la señora Edith Pérez y Guadalupe Mendiola.
Aunque ellas son originarias de Ciudad Valles, San Luis Potosí, su búsqueda imparable y ganas de encontrar la verdad sobre qué pasó con sus seres queridos las terminó trayendo a Tamaulipas. Ellas son integrantes del colectivo “Voz y Dignidad por los nuestros”.