Diego López Bernal.-
Cd. Victoria, Tam.-
La inflación en el 2022 pegó directamente a lo que más afecta en los hogares de los mexicanos: la alimentación, así lo demuestra un desglose del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) realizado por México, ¿Cómo Vamos? (MCV).
El organismo especializado en materia económica advierte que uno de los alimentos básicos de los mexicanos terminó el año pasado con un aumento promedio anual de 16.63 por ciento en el país; de esta manera, a todos nos impactó el encarecimiento de la tortilla.
Sin embargo, otros productos de primera necesidad también registraron incrementos muy por arriba de la inflación anual general nacional, que cerró en 7.82 por ciento en diciembre pasado, como lo informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) el lunes nueve de enero.
Y si bien la harina de trigo encabezó la lista, lo que hizo que las tortillas de harina, tan necesarias en la dieta de los tamaulipecos, se fueran “por las nubes”, otros productos igual de vitales en la dieta mexicana también se dispararon a lo largo del año pasado.
Mientras la harina antes mencionada cerró el año con un aumento final de 32.27 por ciento, el huevo lo hizo en 25.67 y la leche en 13.74, abunda la información de MCV, lo que confirma que la canasta básica de la alimentación de los mexicanos fue castigada con particular “crueldad”.
Otros productos con alto incremento en su comparativo anual fueron el pan dulce, también producto del incremento a la harina de trigo, con un aumento de 19.66 por ciento, y la carne de res, que se encareció 7.86, ligeramente mayor a la inflación general.
Asimismo, en el último mes del año otros productos recibieron lo que pudiera considerarse “el tiro de gracia del 2022”, como fue particularmente el chile serrano, que se vendió 39.56 por ciento más caro que en noviembre previo, o los refrescos envasados, que aumentaron 1.4 por ciento, es decir, el clásico “pesito” ya venía incluido en cada lata o botella, adelantando así la cuesta de enero.
