El policía que mató a George Floyd en 2020 pidió a un tribunal de apelaciones que anule su condena por asesinato, alegando que la extrema cobertura mediática del caso y el riesgo de disturbios lo habían privado de un juicio «justo».
Derek Chauvin, de 46 años, fue declarado culpable de asesinato por la justicia del estado de Minnesota, en el norte de Estados Unidos, en un juicio en 2021, y condenado a 22 años y medio de prisión.
Su abogado, William Mohrman, pidió el miércoles ante un panel de jueces que se anulara ese juicio, en parte porque las audiencias no se habían trasladado a otra sede a pesar de las amenazas de violencia en los alrededores del tribunal.
La cuestión principal en esta apelación es si un acusado puede tener un juicio justo en un tribunal rodeado de bloques de hormigón, alambre de púas, vehículos blindados y tropas de la Guardia Nacional, todos presentes en caso de su absolución», dijo.
Cualquiera sea el resultado de esta apelación, Chauvin permanecerá en prisión porque se declaró culpable de «violaciones de los derechos civiles» de Floyd ante un juez federal y recibió una sentencia final de 21 años de prisión en 2022.
Otros tres policías, que habían permanecido pasivos durante la agonía de Floyd, recibieron sentencias que van de los dos años y medio a los tres años y medio de prisión.
El 25 de mayo de 2020, Chauvin, un policía blanco con 19 años de servicio en Mineápolis, permaneció arrodillado sobre el cuello de Floyd durante casi diez minutos, indiferente a sus gemidos y a las intervenciones de los transeúntes aterrorizados.
La escena, filmada y publicada en las redes sociales, provocó grandes protestas contra el racismo y la brutalidad policial en todo Estados Unidos y en otros países bajo el lema «Black Lives Matter» («Las vidas de los negros importan»).
Durante el juicio ante la justicia estatal, el abogado de Chauvin alegó que Floyd murió por una sobredosis, combinada con problemas de salud, y aseguró que el policía había hecho un uso justificado de la fuerza.
Hoy, el expolicía busca invalidar este juicio, sobre todo porque se llevó a cabo en Mineápolis, aún en vilo a menos de un año de la tragedia.
Durante la selección de los miembros del jurado, todos los candidatos «expresaron su preocupación por su seguridad» y su temor de ver su ciudad incendiarse nuevamente por manifestaciones en caso de absolución, dijo Mohrman.
El caso no debería haber sido juzgado en Mineápolis donde la cobertura del caso era omnipresente», dijo también. En un argumento escrito, criticó a los medios por haber «idealizado a George Floyd y demonizado a Derek Chauvin».
Los fiscales aducen en cambio que el juicio fue «uno de los más precisos y transparentes» de la historia de Estados Unidos.
Neal Katyal, un reconocido jurista que representó a la acusación, dijo que «el juez y las partes tardaron dos semanas en seleccionar con sumo cuidado a los jurados», que se contó con 44 testigos y que durante el juicio se vieron importantes secuencias de video del incidente, incluida la detención de Floyd.
Incluso si Chauvin pudiera identificar algunas fallas menores, no tendrían ningún efecto. La evidencia de su culpabilidad se registró en un video que todo el mundo pudo ver», afirmó.