La joven que acusa a Dani Alves de presunta ‘agresión sexual’, sólo 48 horas después de aquel capítulo en una discoteca de Barcelona, de nombre Sutton, acudió a una comisaría a denunciar los hechos, pero, además, enseguida que sucedieron, fue llevada a una clínica para que fuera valorada y dejar testimonio de lo ocurrido aquella noche del último 30 de diciembre.
El Periódico, un portal de España, publica acerca del testimonio de la afectada, al que pudo tener acceso, y en el mismo se narra, de manera cronológica, sobre este incidente con el exfutbolista de Pumas, hoy en prisión preventiva en territorio catalán, sin derecho a fianza, y deslindado del equipo de la Liga MX.
La chica, de 23 años, en su acusación, detalla acerca del comportamiento de Alves, quien apenas, hace unos días, se deslindó de cualquier responsabilidad, en declaraciones que recogió otro medio ibérico en la plataforma YouTube. El relato ante los Mossos d’Esquadra (Policía de Cataluña) describe al ex FC Barcelona, Paris Saint Germian, Sevilla y Universidad, como un tipo fuera de sí.
La joven cuenta que salió a divertirse con un par de amigas y, en el momento en que ellas bailaban, un mesero se les acercó para comentarles que un grupo de hombres de origen mexicano querían invitarlas a la zona VIP de aquel lugar de esparcimiento.
Ante aquel ofrecimiento, ellos dijeron que no, pero se puntualiza en la publicación: “en esa ocasión, el camarero remarcó que se trataba de un amigo”. Mientras, el mundialista por Brasil en Qatar 2022 se encontraba con tres acompañantes: un hombre y dos mujeres, pero éstos se marcharon casi enseguida, y fue instantes después que se presentó como Dani.
“Comenzó a tontear con las tres, pegándose mucho y tocándolas”, se agrega en el testimonial de la denunciante, quien luego describe cómo sus actitudes fueron subiendo de tono. “Se colocó detrás de la víctima y comenzó a decirle cosas que ella no entendió, porque posiblemente eran en portugués.
Fue entonces cuando supuestamente le agarró con fuerza la mano y Alves se la llevó a su pene, un gesto que se repitió en dos ocasiones, pese a la resistencia de ella”, señala el mismo sitio, con acceso al reporte.