Ingresar a la cárcel debe ser la situación más complicada de una vida para cualquier persona sin importar que se trate de un personaje famoso.
En el caso de Dani Alves no fue la excepción, su primera noche en la cárcel fue un golpe duro para el lateral brasileño y de acuerdo con reportes de prensa españoles ni siquiera quiso comer.
El jugador brasileño llegó el viernes por la noche de España al Departamento de Ingresos del Centro Penitenciario de Brians 1 pero su semblante y su actitud fueron muy diferentes a lo que se veía en entrenamientos o en partidos de futbol.
Esta vez se le vio afligido y anímicamente muy afectado.
“No se hizo nada extraordinario, ni recibió un trato diferente al de los otros tres hombres que ingresaron también el viernes por la noche en esa misma cárcel”, reveló.
Mientras que ABC explicó que fuentes de la penitenciaría les contaron que Alves llegó “muy tocado anímicamente. Afectado y sin ganas de relacionarse con nadie”.