Por Diego López Bernal.-
Ciudad Victoria, Tam.- La “guerra del agua” entre Nuevo León y Tamaulipas reinició temprano en este 2023 y es en esta ocasión en el Congreso de la Unión en donde se libra la “primera batalla” por el recurso vital entre los dos estados.
Este lunes 23 de enero la diputada federal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la nuevoleonesa Marcela Guerra, presentó un punto de acuerdo para realizar un exhorto a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para que modifique el tratado con Tamaulipas sobre las aguas de la presa El Cuchillo.
En la iniciativa, que fue aprobada por unanimidad en la Cámara baja, se pide se revise que el envío del vital líquido sea de aguas residuales, como lo indica, y no potable, además de establecer un procedimiento de compensación económica.
“Consideramos que es obsoleto, ya no obedece a la realidad actual ni a las sequías atípicas que estamos sufriendo cada vez más severas. Ya se tiene que negociar un nuevo acuerdo por parte de los dos estados y evidentemente con la Federación, es decir, la Comisión Nacional del Agua”, señaló la legisladora federal originaria de Monterrey.
Cabe recordar que el convenio de 1996 establece que si para fines de octubre de cada año, El Cuchillo tiene más de 315 millones de metros cúbicos y la Marte R. Gómez, en Tamaulipas, menos de 700, entonces la presa en Nuevo León deberá enviar agua hasta completarle esa cantidad, como sucedió a finales del año pasado, aunque en una menor cantidad, dada la crisis de abasto que se vivió en la vecina entidad en 2022.
Fue el 25 de noviembre cuando Conagua acordó enviar 200 millones de metros cúbicos a la Marte R. Gómez, en lugar de los 386 se debían trasvasar conforme al convenio, dejando a El Cuchillo en 556 millones de almacenamiento, cuando contaba con 756 antes del trasvase.
Al respecto, la diputada Guerra Castillo señaló que “no estamos de acuerdo; primero porque no se está cumpliendo fehacientemente con este acuerdo del 96 porque están mandando agua que es potable, de calidad y la están mandando a un distrito de riego, es decir, al Distrito 026 a la Marte R. Gómez en Tamaulipas, entonces el acuerdo es muy claro, te dice que lo que se debe de mandar es agua residual y no se está cumpliendo fehacientemente”.
Por parte de los agricultores tamaulipecos el convenio sigue incumplido; Agustín Hernández Cardona, presidente de la Unión Agrícola Regional del Norte (URAN) de Tamaulipas, dijo que aunque ya fueron entregados 200 millones de metros cúbicos para el riego de 70 mil hectáreas, en realidad hay un faltante de 113 millones de metros cúbicos.
Apenas el 20 de enero pasado, el líder de los productores advirtió: “El Gobierno federal ha sido incapaz de hacer que se cumpla el convenio. En noviembre pasado se firmó un acuerdo cupular, pero a nosotros, como principales interesados, no nos tomaron en cuenta”.