Un gol de Pedri fue lo único que terminó con la monotonía y le dio el triunfo 0-1 al Barcelona en su visita al Girona, que se complicó en exceso tras la lesión de Ousmane Dembélé en el primer tiempo.
Barcelona llegó a Girona con mucha confianza gracias a una buena racha de triunfos y buen futbol, pero pronto se fue diluyendo con una pobre exhibición que solo empeoró cuando Dembelé salió lesionado en el primer tiempo.
Nada hubo para rescatar, salvo la intención del Girona de no caer en la trampa de abrumarse por el juego de posesiones largas del Barcelona, que no lograba conectar a sus delanteros y solo paseaba el balón sin trascender.
La monotonía terminó con una jugada muy rápida en el minuto 61 que concluyó Pedri al empujar un centro de Jordi Alba que el portero Gazzaniga escupió.
El cierre siguió siendo presa de la monotonía y por muchos intentos y cambios que hicieron ambos equipos, el Barcelona se llevó el triunfo 0-1 gracias al gol de Pedri, ante un Girona que careció de talento para complicar el trámite al líder de LaLiga.