Diego López Bernal
Ciudad Victoria, Tam.- Un solo voluntario de la asociación Un Cachito de Luz logró vender más de cien boletos de la actividad de fin de año, demostrando ser un gran aliado en el esfuerzo de este noble organismo que ayuda a pacientes en su lucha contra el cáncer en Ciudad Victoria.
Poncho vendió un total de 120 boletos de la rifa con causa de diciembre pasado, una titánica labor en tiempos en que a la buena voluntad en ocasiones le falta un “empujoncito” para que se cristalice en ayuda para este tipo de asociaciones.
Como es el caso del organismo fundado por la señora Magda Pérez, que brinda atención a personas que lidian con la enfermedad provenientes de cualquier municipio de la entidad, o de otros estados, pero que son atendidos en el Centro Oncológico o en el Hospital Infantil de Tamaulipas (HIT).
Como fue el caso de Ponchito, el hijo del señor Alfonso, quien meses atrás logró al fin vencer al temido cáncer y se convirtió así en un ejemplo para muchos niños de que se puede vencer a esta enfermedad, por lo que su padre es ahora un aliado incondicional de Un Cachito de Luz y lo demostró una vez más en la rifa con causa de diciembre pasado.
“Les queremos compartir que estamos muy felices. Tenemos un gran guerrero, Ponchito; su papá se convirtió desde hace años en un gran aliado y voluntario, en nuestra actividad de fin de año nos ayudó muchísimo, entre sus amistades colocó 120 números de la rifa con causa”, informó este martes la asociación en sus redes sociales.
Y continúa: “Una manera de gratificar su incondicionalidad, generosidad y solidaridad: le hicimos entrega de una TV Roku, lo hacemos con todo el amor por el enorme cariño que sentimos por toda su familia. Gracias eternas Poncho por toda la labor que haces para ayudar a Un Cachito. Dios te bendiga en todos los espacios de tu vida y tu familia”.
De esta manera, la altruista asociación premia también el esfuerzo de los voluntarios que día a día ponen el hombro para sacar adelante los proyectos que se trazan, que significan ayudar a salvar más vidas, como la del pequeño Ponchito, quien luce orgulloso junto a su padre al recibir el inesperado premio.