
José Inés Figueroa Vitela.-
Tras un sexenio de silencio cómplice, de pronto resultó que la Presidenta de la Comisión para la Defensa de los Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas sí le llevó la contra en algún momento a su ex patrón, el anterior gobernador de triste memoria.
Al presentar ante la Comisión de Derechos Humanos del Congreso local su informe anual de gestión al frente de la Codhet, doña OLIVIA LEMUS incluyó una supuesta controversia de constitucionalidad presentada ante el Supremo Tribunal de Justicia del Estado.
Esta, habría versado en contra del decreto 65-183 mediante el cual se reformó la Ley de Coordinación de la Secretaría de Seguridad Pública, la Ley de Seguridad Pública y la Ley Orgánica de la Fiscalía General de Justicia del Estado.
Ya sabe, es la que creó la mentada Superfiscalía, concentrando en las facultades del Fiscal Carnal, cómplice y trapecista, las funciones del Secretariado de Seguridad, con la videovigilancia y los servicios de análisis, así como la Unidad de Inteligencia Financiera y el control sobre el padrón de proveedores del Estado.
Una acción de las mayores dimensiones, de la que la titular de la Codhet declaró luego no acordarse en qué fecha la presentó, aun tratándose de algo totalmente extraordinario, pues nunca expresó la menor crítica al pasado gobierno.
Por supuesto, las deducciones hijas de la más elemental lógica pronto se dejaron correr.
Si OLIVIA presentó una controversia constitucional contra el último arrebato del gobierno cabecista, no fue algo espontáneo, por alguna sensibilidad justiciera, sino más bien se trató de un hecho concertado.
Si la demanda se dio antes de concluir la gestión de quien la puso ahí, será otro de los tantos casos en los que se fingieron desencuentros, para “trabajar” la impunidad y la continuidad transexenal en el cargo, de los amigos cómplices.
Si se dio ya en tiempos del nuevo gobierno y hasta cuando el mismo Congreso revertió las reformas aquellas, igual se estaría tratando solo de “taparle el ojo al macho”.
Siempre, en el entendido de que, como en los entes autónomos, en el Supremo el exgobernador dejó sembrados a sus amigos y cómplices, para que siguieran a su servicio al concluir el sexenio de cuya mayor prueba también es el archivado de ese caso.
Donde se le rasque, brota el pus.
En el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública de Tamaulipas, todavía hace unos días, antes de entregar el cargo y de que el Congreso nombrará a su relevo, el exdiputado que puso al Partido Verde al servicio del PAN-desgobierno de entonces, maniobró con las mismas inspiraciones aquellas.
HUMBERTO RANGEL VALLEJO, con toda premeditación, alevosía y ventaja, operó y votó, sin derecho alguno, para dejar instalada en la presidencia del ITAIT a la también pan-cabecista DULCE ROCHA SOBREVILLA.
Esta última, ex secretaria del Comité Estatal del PAN, fue instalada por aquel, antes de la llegada del nuevo, con la complicidad a de la tercera Comisionada, ROSALBA ROBINSON TERÁN, también traída de Reynosa por los corruptos “vientos del cambio”.
Como todo lo truculento e ilegal, el “Albazo” pretendido cayó por su propio peso, y hoy LUIS ADRIÁN MENDIOLA PADILLA asumirá la Presidencia del Instituto, por mandato del Congreso local.
El flamante titular del Itait fue el mejor calificado por los diputados, entre los 17 aspirantes registrados en el proceso electivo, por sus conocimientos y experiencia, a su paso por la titularidad de las Unidades de Transparencia del mismo Congreso Local, del Supremo Tribunal de Justicia y en la Secretaría Técnica del Instituto.
La imposición de otro rescoldo del pasado tortuoso, como lo es HÉCTOR DAVID RUIZ TAMAYO, en la Secretaría Ejecutiva, fuera de tiempo y procedimiento, igual se hace reversible con el inicio de la gestión del nuevo titular.
En el colmo de las desvergüenzas, durante la comparecencia de la Presidenta de la Codhet ayer al Congreso, las diputadas panistas no solo le lanzaron loas, sino que además le andaban pidiendo a las morenistas que también le aplaudieran.
Ya sabe, para decir después que ellas le avalaron.
Corteses y valientes, las demás diputadas y diputados concedieron que ya habrá tiempo para revisar las cuentas dadas por la ciudadana LEMUS.
Hasta sus compañeros de sector y de partido estuvieron circulando en redes sociales cifras reales del trabajo en la Comisión, muy por debajo de las ya de por sí raquíticas estadísticas expuestas a los diputados de la Comisión Legislativa.
Aunque ya solo le quedan unos meses de gestión a la cabecista reynosense, los diputados podrían entrar en la revisión de la forma como llegó al cargo y cómo se ha desempeñado, para actuar en consecuencia.
Con los solos antecedentes de subordinación, no se diga con su desaseado actuar, ninguno de los funcionarios heredados por la VACA al nuevo sexenio tienen calidad moral o jurídica para permanecer en el cargo.
Durante la sesión de ayer del Congreso, rindió protesta y se integró a los trabajos NORA GUDELIA HINOJOSA GARCÍA, llamada por la mesa, ante la licencia de IMELDA SANMIGUEL SÁNCHEZ, en su calidad de suplente.
Los panistas candidatos acostumbraban irse de permiso a las campañas, pero sin que se llamara a los suplentes, para seguir cobrando; con esta legislatura ya no se les hizo.
En la plenaria semanal, las diputadas SANDRA LUZ GARCÍA GUAJARDO y LINDA MIREYA GONZÁLEZ ZÚÑIGA presentaron variadas iniciativas en conjunto, como integrantes de la legislatura, ya no como parte de la bancada del PAN.
Otras diputadas y diputados panistas, como cuadros dirigentes y militancia de base, siguen considerando su renuncia al partido.
El ex secretario general del comité estatal, RODRIGO MONREAL BRICEÑO, declaró que su dimisión a 24 años de militancia se debió a la desatención y mal manejo de la dirigencia partidista.
Además de que, tras ser ninguneado por el mando panista, solo encontró el apoyo y oportunidad laboral con el diputado morenista MARCO GALLEGOS, con quien comparte con él la condición de una discapacidad.
Ahora, otros diputados morenistas y del mismo PAN, quienes igual andan revisando la vigencia de su militancia, le han expresado respeto y requerido de sus servicios profesionales, ciertamente amplios y muy experimentados.
Sería por eso, o cualquier otro motivo, pero ayer también el dirigente estatal panista, LUIS “Cachorro” CANTÚ justificó su falta y desde casa estuvo siguiendo la sesión, supuestamente convaleciente de algún mal físico.
La diputada CASANDRA DE LOS SANTOS, temprano estuvo en el Palacio Legislativo y hasta trabajó en alguna sesión, pero luego se sintió mal y fue llevada a la atención médica.
En su caso, los males que le aquejan son públicos y notorios, tan fuertes, como su voluntad de no desatender sus funciones legislativas.