Rogelio Rodríguez Mendoza / Mauricio Zapata
Cd. Victoria, Tam.-
Todavía no iniciaban los trabajos legislativos y la diputada de Morena, Magaly Guillermina Deandar, ya estaba dando la “nota”. Interrumpió al presidente de la Mesa Directiva, Isidro Vargas Fernández, para arremeter contra la panista Lidia Martínez López, por haber agredido, en la plenaria del 24 de enero pasado, a la jefa del departamento de la sesión, Judith Martínez López.
Exigió emitir un apercibimiento contra la diputada del PAN, “por su falta de profesionalismo, violencia verbal y física…”
“Debemos tratar con respeto al personal administrativo y de servicios parlamentarios. Debemos ser ejemplo de garantía y protección”, advirtió la reynosense.
El hecho provocó expresiones de “holaaa” y, “ya dijo la tranquilita”.
El sarcasmo anónimo estaba justificado porque precisamente Deandar ha destacado como una de las diputadas más agresivas de la legislatura. El 30 de junio pasado protagonizó un violento incidente en el que rompió un ánfora de cristal y golpeó a la secretaria de la Mesa Directiva, Leticia Álvarez Vargas.
Por ese y otros incidentes violentos en los que ha participado, Magaly era la menos indicada para criticar el proceder de la panista. Evidentemente en la bancada de Morena no repararon en ese hecho.
Como quiera, el presidente de la Mesa Directiva mandó a trámite legislativo la solicitud de apercibimiento contra Martínez López, y seguramente ahí quedará “congelada”.
Fuera de eso, contrario a lo que ocurrió en la Plenaria de la semana pasada, la de este martes transcurrió en relativa calma. Esta vez los diputados venían predispuestos a llevarse la fiesta en paz.
Solo se presentó un incidente más, en el punto de iniciativas, que no llegó a mayores. Se dio cuando el priista, que en realidad es panista, Ángel de Jesús Covarrubias Villaverde, reclamó al presidente de la Mesa Directiva, Isidro Vargas Fernández, que hubiera admitido a trámite, con una votación simple, una iniciativa de reformas a la Constitución local presentada por las diputadas sin partido Linda Mireya González Zúñiga y Sandra Luz García Guajardo.
Covarrubias pretextaba que el artículo 89 de la ley del Congreso exigía que para admitir a trámite la iniciativa se necesitaba del voto de las dos terceras partes del Pleno, pero Vargas Fernández le explicó que el numeral 165 exigía solo una votación de mayoría simple.
El priista pidió que le leyeran otro artículo para sustentar su reclamo, pero el morenista le negó su petición bajo el argumento de que el asunto ya había sido admitido por consenso de la Mesa Directiva.
La iniciativa de reforma constitucional a la que se refería Covarrubias, tiene como propósito evitar que el magistrado presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado también presida el Consejo de la Judicatura.
Para eso, se plantea designar un nuevo consejero de la Judicatura.
En realidad, el rechazo del PAN y PRI a la iniciativa no es tanto por su contenido, sino por el hecho de quienes las presentan. Cuestión de recordar que el pasado 13 de enero González Zúñiga y García Guajardo votaron a favor de una reforma que permitió a Morena apoderarse de la presidencia de la Junta de Coordinación Política, colocando a Úrsula Patricia Salazar Mojica en lugar del panista Félix “El Moyo” García Aguiar.
La ofensa fue tanta que el PAN calificó de traidoras a ambas legisladoras, haciéndoles el vacío, orillándolas a dejar la bancada para declararse diputadas sin partido. Por eso votarán en contra de cualquier propuesta que presenten.
En el apartado de asuntos generales tampoco hubo confrontación. El único orador fue Covarrubias Villaverde, para felicitar, con sarcasmo, al morenista Juan Vital Román, por “piratearse”, íntegra, una iniciativa que él presentó hace un año, con la cual proponía hacer un llamado a la Comisión Federal de Electricidad para que aprobara una tarifa más económica para Ciudad Victoria.
El profe Vital se quedó mudo. No supo qué responder.
El presidente de la Mesa Directiva dio por terminados los trabajos, y convocó al Pleno a una nueva sesión el próximo ocho de febrero, al mediodía.