Miguel Díaz / El Sol de Tampico
Altamira, Tam.- Otra escuela primaria que se encuentra rodeada por la red de ductos de Pemex en el municipio de Altamira; es la «Ignacio Allende» que se localiza en el ejido Santa Amalia.
Dicha escuela se encuentra ubicada al norte de la zona centro de la ciudad y a unos 300 metros de la carretera Tampico – Mante, tramo comprendido entre Estación Fitosanitaria-Puente Roto.
A decir de los padres de familia en últimas fechas no ha habido ninguna otra contingencia por fuga de hidrocarburo o alguna emergencia similar, pues la que tienen conocimiento sucedió hace 10 años.
«Fue hace como diez años cuando se incendió un mechón de un pozo petrolero que se localiza en el lado oriente de la Escuela, en aquella ocasión se suspendieron las clases por un buen tiempo, pero ya después todo volvió a la normalidad», refirió Hilario Pere Hernández padre de familia.
El plantel educativo en mención, se localiza rodeado por ductos de Pemex entre ellos el oleoducto Madero – Cadereyta, así como por varios pozos petroleros mismos que se encuentran sellados como reserva del petróleo crudo.
Inclusive los maestros, padres de familia y estudiantes tienen que transitar a un costado de dichos yacimientos de petróleo.
Los pozos petroleros se encuentran en la parte frontal y posterior del plantel educativo el cual alberga a más de doscientos educandos distribuidos en los seis grados escolares.
Este plantel se une a la lista de los que son un riesgo para la comunidad docente y educandos localizados en el área rural del municipio como es en el ejido Benito Juárez.
En dicho lugar se han detectado intensos olores de sustancias químicas y aunque hasta ahora Pemex y la autoridad de Protección Civil no han encontrado las causas, maestros, padres de familia y estudiantes decidieron no asistir a clases presenciales y tomarlas a distancia.
Dentro del perímetro escolar se localiza el oleoducto Ciudad Madero -Cadereyta, por lo que hasta ahora el gobierno municipal señala que es necesario reubicar ese centro educativo para prevenir algún accidente de consecuencias lamentables.
