El Real Madrid y la Champions League son uno mismo. Perdía 2-0 en su visita al Liverpool en la Ida de los Octavos de Final y terminó goleando 2-5 a un conjunto inglés que está en la lona y que volvió a padecer ante su máximo verdugo en los últimos años.
Fue un primer tiempo digno de dos potencias, a la altura de un choque de los finalistas de la pasada edición de la Liga de Campeones de Europa, en el que los ‘Reds’ comenzaron como suelen hacerlo en Anfield, arrasando.
Con un golazo de artista del uruguayo Darwin Núñez, quien utilizó el ‘taquito’ como recurso, los de Jürgen Klopp se fueron al frente apenas al minuto 4’.
Vino un ‘oso’ del tamaño del estadio de Courtois, arquero merengue, quien no supo qué hacer tras controlar un balón retrasado, y Mohamed Salah agradeció el ‘regalito’ para empujar el 2-0 al 14’.
Sin embargo, una y otra vez el Real Madrid ha demostrado que no se le puede dar por muerto aún en la peor adversidad, con lo que de nueva cuenta sacó el espíritu que lo caracteriza y volvió para meterse al partido.
Vinícius está convertido en el futbolista más desequilibrante de los de Carlo Ancelotti y con un golazo tras una gran jugada puso el 1-2 con un disparo a segundo poste, fuera del alcance de su compatriota Alisson (21’).
Y si Courtois había fallado de forma garrafal, tocó el turno de su colega Alisson, que le regaló el 2-2 a los blancos tras estrellar en la humanidad de Vinícius un balón que intentó despejar al 36’. Tuvo todo para salir jugando, tocar a un costado o hasta parar el esférico, y tomó la peor decisión, con lo que se firmó la paridad con la que se fueron al descanso tras 45 minutos frenéticos.