Tras un prolongado fenómeno de La Niña, que cumplió tres años en la parte central del Pacífico Ecuatorial, la Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés), pronosticó que en los próximos meses se desarrollará un evento de calentamiento de El Niño, lo que podría dar un poco de alivio a la sequía en México.
Previo al probable regreso de El Niño, se tendrá un período de condiciones neutrales durante marzo-mayo (90 por ciento), lo que se podría extender hasta abril-junio (80 por ciento) o mayo-julio (60 por ciento).
Según los expertos encargados de las proyecciones, las posibilidades de que El Niño, que se caracteriza por mantener aguas más cálidas y generar mayor cantidad de precipitaciones en la región, tenga un desarrollo en la primera mitad del año es bajo (15 por ciento en abril-junio), pero aumenta gradualmente hasta 35 por ciento en mayo-julio.
«Las previsiones a largo plazo para junio-agosto indican una probabilidad mucho mayor (55 por ciento), pero están sujetas a una alta incertidumbre asociada con las predicciones en esta época del año (la llamada barrera de previsibilidad de primavera)», indicaron.
El secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, Petteri Taalas, anunció que la primera inmersión triple de La Niña del Siglo XXI finalmente está llegando a su término.
«El efecto de enfriamiento de La Niña puso un freno temporal al aumento de las temperaturas globales, a pesar de que el último período de ocho años fue el más cálido que se haya registrado. Sí ahora entramos en una fase de El Niño, es probable que esto alimente otro aumento en las temperaturas globales», destacó.
Hasta ahora, el año 2016 ha sido el más cálido registrado en la historia debido a la combinación de El Niño y el cambio climático. Hay un 93 por ciento de probabilidad de que al menos un año hasta 2026 rompa los récords, y de un 50 por ciento de que la temperatura global alcance temporalmente 1.5 grados centígrados por encima del clima de la era preindustrial.
La Niña actual comenzó en septiembre de 2020 con un breve descanso en el verano boreal de 2021. La Niña se refiere al enfriamiento a gran escala de las temperaturas de la superficie del mar en el Océano Pacífico Ecuatorial central y oriental, junto con los cambios en la circulación atmosférica tropical.
Según los expertos, La Niña se vincula con la persistente sequía en el Gran Cuerno de África y en grandes partes de América del Sur, así como con precipitaciones por encima de la media en el sudeste asiático y Australia.
La Niña cambia la dirección de los vientos de la atmósfera, provocando que la corriente en chorro, que son vientos a más de 10 kilómetros de altura, se vayan hacia el Golfo de Alaska cerca de las zonas árticas, lo que da como resultado que las lluvias se alejen de México, lo que aumenta las condiciones de sequía asociada a este fenómeno.
