diciembre 15, 2024
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marzo 2, 2023 | 381 vistas

Patricia Azuara.-

En el marco del Día Mundial del Bienestar Mental para Adolescentes, expertos confirman que los casos de depresión, ansiedad y pensamientos suicidas en menores de entre 12 y 15 años registran un incremento del 50 por ciento.

Fuentes académicas y representantes de Colegios agremiados a la Federación Nacional de Colegios, Sociedades y Asociaciones de Psicólogos de México, A.C. (Fenapsime) revelan que algunos hospitales de Tamaulipas reciben diariamente al menos un menor con intento suicida o abuso sexual.

Además, aseguran que desde las escuelas se reportan entre cinco o seis casos entre 12 y 15 años que intentan o cumplen el objetivo de quitarse la vida.

Sobre el tema, la doctora en psicoterapia familiar y de pareja, Lizbeth Cruz Rodríguez, sostuvo la necesidad de crear políticas públicas, estrategias y contratar mayor personal en clínicas y escuelas, para hacer eficientes los tratamientos de salud mental.

LA PANDEMIA ACELERÓ EL PROBLEMA

Y es que desde su experiencia, afirmó, se incrementaron de manera exponencial las enfermedades mentales en niños y adolescentes.

“A partir de la pandemia, sí se notó un incremento muy significativo en cuanto a depresión, ansiedad y con esto vienen los intentos suicidios o el cutting y también la adicción, ahora es a los videojuegos o redes sociales. Exactamente no tenemos una estadística, pero yo digo que un 50 por ciento”.

Aseguró que es muchísima la demanda que hay de especialistas en el tema, que incluso los servicios públicos salud mental están saturados. “No hay consultas con psicología y psiquiatría, de una día para otro”.

Indicó que en el tema legislativo México y Tamaulipas están al día, pero confirmó que hacen falta proyectos que contribuyan a mejorar la salud mental de los jóvenes, desde las instancias públicas y el sector educativo.

“A nivel legislativo como país estamos al día, es decir, cumplimos con lo que nos pide la Organización Mundial de la Salud para proteger los derechos de las niñas, niños y adolescentes”.

“Donde sí hay mucho por hacer es precisamente en las instituciones públicas, está saturada la demanda, hay muchas personas que requieren esos servicios, sin embargo, no hay la manera de atender a todas esas personas”.

SALUD DA COBERTURA

Tamaulipas tiene una buena estructura en el rubro, y en salud mental la Secretaría de Salud tiene los espacios, pero tiene muy poco personal para estas instituciones. Y en las escuelas un psicólogo atiende cinco o siete primarias, lo que no permite hacer un trabajo más eficiente.

“Entonces hay un psicólogo que visita una vez a la semana una escuela, o a veces una vez cada 15 días, porque es un psicólogo para un sector y los psicólogos que atiende escuelas son generalmente psicólogos educativos”.

“Sí considero que para desaforar un poco el servicio de salud pública necesitamos que en la escuelas se tuviera al menos un psicólogo, y que si bien no es un psicólogo clínico, sí que lo capaciten para atender la prevención”.

Reiteró que desde escuelas se puede orientar a las familias y convertirlas en agentes de prevención en cuanto enfermedades mentales se refiere.

Y sobre los datos de la Fenapsime, coincidió:

“Lo más probable es que sí, en la consulta privada es menos frecuente porque la población es más reducida, pero sí yo creo que sí, porque en mi experiencia desde los 12 años de edad me ha tocado atender con intentos de suicidio”.

Destacó que los problemas de salud mental se vuelven cada vez más frecuentes y que son muchos factores que los desarrollan, desde el uso excesivo de redes sociales, hasta el descuido voluntario o involuntario de los padres de familia.

YA NO HAY ESCUELAS

Lamentó que programas con Escuelas de Tiempo Completo hayan desaparecido porque contribuían a evitar este tipo de problemas.

“Tiene que ver cómo la dinámica familiar está cambiando tanto con el hecho de que o son familias monoparentales o ambos padres trabajan, se quedan solos los niños en la casa, antes ayudaba muchísimo las escuelas de tiempo completo, pero ya no está ese programa, los niños se quedan solos, con el Internet y el acceso a toda los videojuegos y todo lo que ellos desean hacer en ese tiempo que nadie los monitoreó”.

Hizo un llamado a evitar que los menores ocupen la mayor parte de su tiempo frente a un videojuego o celular, y llevar actividades de esparcimiento reales, como el simple, salir a jugar futbol.

“No es bueno que un niño pase tantas horas frente a una pantalla, lo único que está haciendo es afectando el cerebro, porque no tiene estimulaciones con objetos o situaciones de la vida real, con personas reales y esto merma la estimulación que debe recibir naturalmente”.

“Sí es muy importante que los adolescentes tengan un tiempo medido frente a las pantallas y que tengan otros retos. Andar en bicicleta, jugar futbol, convivir con otros chicos en vivo”.

LAS REDES SOCIALES ARRECIAN EL PROBLEMA

Recordó que en las redes sociales hay toda una gama de cosas que los chicos pueden ver y que afecta su desarrollo mental, entre ellos la pornografía, la violencia, la información distorsionada y los retos que les llevan a creer que si los hacen pues van a tener muchos likes.

Recomendó que desde los Sistemas DIF se pueden lograr grandes posibilidades de factor de cambio a través de programas que llegan a las colonias, a la comunidad.

“Es decir, no desde la oficina se dé la terapia o no desde la oficina se invita al taller de desarrollo humano, sino que vayan a las colonias, porque la gente necesita tener acceso a la salud mental”.

Así como hacen la campaña de vacunación, remarcó, de igual forma, se lleven a cabo programas para mejorar no solo la salud mental sino modificar la manera de pensar de las personas.

“Es decir que les ayudan a asumir la responsabilidad a los padres de la crianza de los hijos de una manera más consciente que estén conscientes que le beneficia a los hijos de parte de los papás, que si monitoreo, rutinas, las reglas en casa”.

“Pero también que hagan accesibles los servicios de salud mental para los niños y jóvenes, y en cuanto que haya talleres para adolescentes donde se trabaje el sentido de pertenencia la identidad porque los chicos que crecen actualmente buscando esa identidad y ese sentido de pertenencia en la vida virtual y eso es lo que está desconectado del mundo real”.

“¿Cuales son los problemas existenciales de los chicos? que no tienen el cuerpo del artista famoso, que no tienen el dinero del influencer, entonces se frustran fácilmente porque no son el ideal de persona que ellos ven que se tiene que hacer para ser aceptado”.

UNA LABOR QUE EMPIEZA EN CASA

Refirió la importancia de enseñarle a un adolescente a ser responsable de lo que consume en el mundo virtual. Esa es una labor de padres, aunque  actualmente los maestros también orientan en ese sentido, destacó.

Indicó que los problemas de salud mental no discriminan, y que se dan en cualquier sector de la sociedad, pero la diferencia es que una familia de clase media o alta tiene acceso más fácil a los servicios de salud mental, indicó.

“Una familia de escasos recursos tiene que ir a sacar cita a una institución pública y se la dan dentro de seis meses, es la diferencia el acceso a los servicios de salud”.

Concluyó que el tema económico es un factor determinante, por el cual muchas veces las personas no tienen acceso a un tratamiento mental.

“El factor cultural creo yo ya está cambiando, pero otro factor que sobre pasa es la falta de cultura de ir al psicólogo, definitivamente es el económico porque en mi experiencia en el sector privado la gente quiere asistir, pagar un servicio de salud mental es costoso cuando implica psiquiatra, psicólogo, psicoterapias”.

“Sí es una situación que definitivamente pienso que el cambio de cultura se está dando y sí fue muy notorio a partir de la pandemia que se sensibiliza la población a utilizar los servicios de salud mental es más común, la cuestión es que son de manera privada si quizá sea difícil costear, colegiaturas, canasta básica, trasporte, terapia”.

Cada 2 de marzo se celebra el Día Mundial del Bienestar Mental de los Adolescentes, con la finalidad de sensibilizar a la población acerca de los problemas de salud mental que afrontan los adolescentes, así como desestigmatizar este tipo de trastornos y ofrecerles apoyo.

La creación del Día Mundial del Bienestar Mental para Adolescentes en el año 2020 ha sido gracias a la iniciativa de The Hollister Confidence Project, con la finalidad de observar el bienestar mental de los adolescentes. Se fijó como fecha de celebración de esta efeméride el día dos de marzo de cada año.

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