El presidente argentino, Alberto Fernández, reconoció que la violencia y el crimen organizado son «un problema muy serio» y que «algo más habrá que hacer» después de que en la ciudad natal del futbolista Leo Messi hubiera un ataque contra un local de su familia política y amenazas contra él.
«Estamos haciendo mucho, pero evidentemente algo más habrá que hacer», porque «allí, en Rosario, el problema de la violencia y el crimen organizado es un problema muy serio», dijo el mandatario en un acto en la localidad La Poma, en la norteña provincia de Salta.