diciembre 11, 2024
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marzo 7, 2023 | 361 vistas

Patricia Azuara.-

Cd. Victoria, Tam.-
El siete de marzo se celebra el “Día Mundial del Campo”, con el fin de conmemorar a todos aquellos que viven o trabajan en el ámbito rural. Esta fecha busca poner de manifiesto la importancia del medio rural para el bienestar social, ambiental y económico.

En Tamaulipas, el 21 por ciento de la población habita en zonas rurales y miles de familias sobreviven de la agricultura comercial, rubro que se encuentra prácticamente en el olvido por la falta de apoyos y la intensa sequía que se padece.

El presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en Tamaulipas, Raúl García Vallejo, reveló que entre un 15 y 20 por ciento de productores que siembran 20 hectáreas o más dejaron esta labor, porque ya no es rentable.

“Hay una preocupación muy fuerte, el año pasado en el sur y centro no se sembró lo que se tenía pensado sembrar de soya y para otoño invierno para siembra de sorgo estamos viendo con tristeza que el precio de la tonelada bajó”.

Aunado a ello, informó que el precio de la tonelada de sorgo y maíz bajó de siete mil 500 a cinco mil 800, lo que impacta de manera considerable a los productores, y beneficia únicamente a los grandes industriales.

“Estuviéramos nosotros conscientes, si ya bajó la carne, el pollo, la tortilla, aceptamos que el grano baje, pero desgraciadamente el huevo sigue subiendo y todo lo demás, y quienes estamos afectados somos los productores y quiénes son los que están llevándose las ganancias, los industriales”.

FALTA DE SEGURO

Reiteró que la falta de un seguro agrícola y de líneas de crédito accesibles para los agricultores comerciales mantiene en “agonía” las producciones en Tamaulipas y con ello los ingresos de miles de familias en la entidad.

“Nos pone más preocupante porque no tenemos dinero y hoy con el cierre de Financiera Nacional de Desarrollo Rural, se pone más difícil la situación, sin ningún incentivo, como en EU y Canadá, que son con los que estamos compitiendo”.

Aunado a esto, dijo que el cambio climático, que deriva las sequías históricas presentadas en últimos años, es otro de los factores que afecta gravemente al campo.

“No estamos en contra de que el Gobierno federal siga apoyando a los pequeños productores de autoconsumo, pero no hay apoyo para la cultura comercial por eso pedimos que no se descuide, que no se deje de dar incentivos para ser competitivos”.

Entre los proyectos urgentes es la creación de un seguro agrícola que asegure la inversión, no solo una cuota y sobre todo créditos accesibles, porque actualmente, dijo, “se siembra menos, mucha gente está dejando de sembrar, lo podemos ver en la frontera, alrededor de 50 mil hectáreas se dejaron de sembrar”.

DATOS DUROS

Datos del Inegi detallan que Tamaulipas cuenta con una superficie de dos millones 125 mil 638 hectáreas de uso agrícola, de las cuales 771 mil 232 son de riego y un millón 336 mil 472 son de temporal.

Las cifras del cierre agrícola para el ciclo otoño-invierno son las de mayor superficie para la zona norte, se sembraron cultivos principalmente de: sorgo grano, maíz grano, algodón hueso, trigo grano, cártamo, okra, canola, cebolla, arroz palay entre otros.

El periodo de siembras en este ciclo inicia en el mes de octubre y termina en marzo del año siguiente, las cosechas inician en diciembre y terminan en el mes de septiembre del año siguiente.

El ciclo Primavera-Verano se siembra por lo general del centro al sur del estado, y destacan los cultivos de: sorgo grano, maíz grano, soya, frijol, chile verde, algodón hueso, sorgo forrajero, shop suey, ajonjolí entre otros.

En este ciclo su periodo de siembras comienza en el mes de abril y finaliza en septiembre del mismo año, y las cosechas inician en junio y concluyen en el mes de marzo del año subsecuente.

En el ciclo Perennes algunos de los principales cultivos son la caña de azúcar, pastos y praderas, naranja, limón, sábila, toronja (pomelo), aceituna, agave, nopalitos entre otros.

Por lo general los cultivos se cosechan entre los meses de enero a diciembre. Hay que recordar que los cultivos perennes se refieren a frutales y plantaciones con vida útil de hasta a 40 años en el caso de los naranjos y mangos.

DÍA MUNDIAL DEL CAMPO

La palabra campo proviene del latín “campus”, y engloba de manera general el espacio físico que alberga las distintas tierras, ecosistemas y agroecosistemas, poblaciones rurales y formas de vida agrarias.

La celebración surgió de una tradición en Argentina, pero se ha adoptado en múltiples naciones para poner en relieve la importancia del medio rural para el bienestar social, ambiental y económico de toda una nación, y recordar todo lo positivo que el campo y los campesinos y campesinas aportan a nuestra vida.

El Gobierno federal destacó que es necesario tener presente lo anterior, porque la transformación del campo a nivel global mediante la urbanización y la agroindustrialización propició graves fenómenos económicos, sociales y ambientales, como la migración campesina, la degradación de los suelos, la desertificación de las tierras, la tala irracional de los bosques, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, entre otros.

En México casi una tercera parte de los habitantes es población rural. Hace una década, 30.2 millones de personas habitaban el campo, concentradas principalmente en los estados de Veracruz, Oaxaca, Chiapas, el Estado de México y Puebla, cada una con más de dos millones de personas en comunidades rurales.

Seis entidades tenían en 2010 predominio de población rural: Oaxaca, 64%; Chiapas, 61.2%; Hidalgo, 58.5%; Tabasco, 56.1%; Zacatecas, 55.1% y Guerrero, 53.4%.

Aunque la vida en el campo no es fácil para quienes han vivido con el confort que dan los servicios urbanos, sostiene la Federación en su página oficial, en años recientes sucedió un fenómeno inverso, principalmente en países europeos donde cada vez más personas buscan el retorno a la naturaleza.

“El regreso para escapar del estrés citadino incluso para realizar teletrabajo en tiempos de pandemia, ocurre aun cuando no existen en el campo todas las comodidades y el confort de las urbes, porque la conectividad de las nuevas tecnologías invita a reencontrarse con esas raíces donde los ancestros cultivaron la tierra tiempo atrás”.

“Se reconoce ahora la importancia de la naturaleza en la salud física y mental, y que en un mundo cada vez más urbano el contacto con el campo es vital para prevenir y curar enfermedades que los entornos excesiva e innecesariamente artificializados ocasionan”.

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